El primer problema [2/2]

Aquella tarde el sol estaba en su apogeo, el aire muy seco casi asfixiante, mientras él caminaba por la senda menos transitada de aquellos montes que le vieron nacer, su misión esta vez era una criatura de un rango medio, no la gran cosa, pero lo difícil era encontrar su ubicación, aquella criatura era bastante audaz y veloz a la hora de escapar. Seguía las pistas dadas por su cliente, aunque era un tato difícil por el sector, estaba muy apartado del sendero principal, se había desviado aún más que al principio y el clima no le acompañaba como siempre en aquellos lares. Con sus oscuras alas extendidas sobre su cabeza realizaba una sombra para poder protegerse un tanto del sol pero el aire lo hacía la tarea más difícil. Gracias a su conocimiento del área su encuentros con criaturas aleatorias fueron los mínimos, ya que debía reservar sus fuerzas para su objetivo principal.

Tras unas cuatro horas de búsqueda extenuante y extendida al fin pudo encontrar un resquicio entre unas rocas, y su expedición había sido un éxito, no estaba muy lejos de donde se encontraba y suspiro de alegría y sacudió su cuerpo conjunto con sus alas para botar la arenilla que se había juntado en sus ropajes oscuros, dejando ver una figura renovada. Se dirigió a una pequeña bifurcación de piedras  donde daba una agradable sombra y así comer algo antes de dirigirse a su misión. Se sentó en el suelo que estaba frío pero agradable y comenzó a comer algo ligero, mientras comenzaba a idear la táctica a utilizar, tomando una rama seca cercano y dibujando en la arena;

Bueno… si ataco de este lado resultara… mejor, pero si pasa esto... –Decía mientras comía tranquilo y el mismo refutaba sus ideas y borraba todo comenzando de nuevo, aún poseía bastante tiempo antes de proseguir por lo cual no debía apresurase y tener todo bien planeado ya que el terreno era el ideal para la criatura y no para él.

Seguía aun en los montes, ya que haba decidido explorar ese lugar y ver si podía mejorar mis técnicas de batalla. Aquí se encontraban bestias muy fuertes, por lo que era el lugar adecuado. Y hoy, apenas me desperté, me dispuse a entrenar todo la mañana; no obstante ya a esa hora el sol no daba ninguna tregua. Estaba en todo su apogeo y yo me encontraba muy exhausta, así que decidí tomar un descanso y aprovechar de refrescarme.
Estaba inmersa en este propósito, cuando lo vi.

Un poco mas allá de donde me encontraba, pude ver a un tipo muy alto que se encontraba sobre unas rocas y que parecía buscar algo. Algo me llamo la atención y decidí acercarme sigilosamente para poder inspeccionar mejor al sujeto. Pude distinguir que escribía algo sobre la arena. Parecía un plan de batalla, y me pregunte contra quien querría usarlo. Sin embargo, no se veía muy seguro en cuanto al plan. Con cautela me acerque aún mas, tratando de no hacer hacer ningún ruido, pero el tipo aun no se había dado cuenta de que yo estaba detrás. Parecía muy concentrado, así que me aclare la garganta - lo siento, pero no creo que ese plan funcione - le dije, para que se volteara. Mas cuando lo hizo, tuve que ahogar un grito, ya que era una criatura que nunca había visto de cerca antes.

Continuaba divagando en sus pensamientos, tratando de encontrar la mejor forma posible de llevar su plan, comía de su emparedado de cuanto en cuanto, de momentos solo lo sostenía con su mano derecha, sin hacer nada y borrando sus garabatos de la arena, cuando sintió algo que se acercaba a su ubicación, no se alarmo demasiado ya que no venía con intenciones de matar por eso solo continuo pensando, cuando las palabras de una joven irrumpieron en el silencio que inundaba en esos momentos y solo atino a borrar nuevamente aquel plan para comenzar de cero, pero no comenzó de inmediato si no más bien jugueteo con la vara unos momentos desviando su mirada a la joven, mirándola de pies a cabeza, sonriendo suavemente y suspirando

[color:a68f=#ff0000-]Lo se, solo que estoy utilizando todo los recursos posibles y los planes que se puedan llevar a cabo- Se levanto y sacudió sus pantalones, agitando un poco sus alas algo entumecidas, para luego extender su mano en forma de saludo -Un placer, me llamo Rygart, pareces algo cansada, ¿Te encuentras bien?- Dijo con un leve tono de preocupación, si bien estaba acostumbrado a la reacción de la gente al verle, como un monstruo o bicho raro, algo más había en ella, pero no sabía el que. Tras pasar el saludo formal y obligatorio para él, se volvió a sentar en el suelo sacando otro emparedado mientras se rascaba la cabeza mirando el suelo dibujando con sus ojos planes diferentes -Veras, a unos 50 metros al noroeste se encuentra una cueva, en la cual esta mi objetivo, un Abbis algo peculiar, por eso pienso tanto el plan a seguir- suspiro y la miro nuevamente dejando que su melena negra jugueteara con una leve brisa que suavizo el calor extenuante. Se mantuvo unos minutos en silencio, le pareció que había hablado demasiado en aquellos momentos y solo se quedo mirando a la joven que era muy linda y eso lo impresiono un poco, no acostumbraba a hablar tanto con mujeres, se le podría llamar timidez, pero cuando se trataba de su misión o algo de arqueología no había quien lo callara,

El chico realmente parecía concentrado, pero cuando le hable, casi ni se inmuto. Quizás, después de todo, si me había sentido. Borro lo que estaba garabateando en el suelo, jugueteo un poco con su vara y luego me miro de pies a cabeza. Me sentí un poco incomoda cuando lo hizo, ya que fue una mirada bastante profunda. Cuando hablo, me sorprendí aun mas, ya que su tono fue totalmente amigable, no como yo esperaba que fuera. Me contó que estaba tratando de ver todos recursos y planes posibles. Se paro y extendió sus alas. Parecía como si se estuviera desperezando, lo cual me hizo mucha gracia.
Jamas había visto un Gria, por eso me sorprendí tanto cuando lo vi, era realmente genial. Aunque considere la opción que el podía estar pensado que yo estaba asustada o algo así, o que lo veía como algo raro. Asi que deje de mirarlo tan profundamente.
Me extendió su mano y se presento como Rygart, me estiro su mano, y me pregunto si estaba cansada, mas sin esperar respuesta, me hablo de sus planes. Atine a estrecharle la mano burdamente - Veras, a unos 50 metros al noroeste se encuentra una cueva, en la cual esta mi objetivo, un Abbis algo peculiar, por eso pienso tanto el plan a seguir - me dijo. Tenia una expresión emocion, que me llamo la atención.
Un Abbis - pensé, analizando la situación - esto podría ser una excelente prueba. - me dije.
Note que se había quedado en silencio, mientras la brisa nos refrescaba un poco, y que me miraba.

Trate de no incomodarme, y le hable con firmeza. - Mucho gusto Rygart, jamas había visto un Gria en persona, así que es un honor - le explique, - Yo me llamo Mandel, y estaba aquí entrenando . - me presente. - y ahora, ¿que te parece si te ayudo con ese plan? - le pregunte con algo de ansiedad.

Tras presentarme alegremente, espere la respuesta del gria, pero este solo me hizo una reverencia, sonrió al escuchar mi nombre y me miro sorprendido, solo pude imaginar que seria por mi petición. Me llamo la atención sus modales, al parecer era todo un "caballero". Y aunque de apariencia se veía joven, intuí que ,tal vez, era mucho mayor.
Inmediatamente el Gria se dedico a mirarme de reojo, y a revolotear cerca, balbuceando dios sabe que cosas.. Su comportamiento me pareció de lo mas extraño, pero a la vez, de lo mas fascinante. Como jamas había conocido a alguien de su tipo, todo lo que hacia me llamaba la atención, ademas el parecía un poco sospechoso, no en un mal sentido, si no mas bien, como alguien misterioso.
Quizás solo esta reflexionando mi respuesta - pensé, mientras lo miraba con interés.

Luego de unos minutos se me acerco, pillándome un poco desprevenida, por lo que cuando coloco su mano en mi hombro, mi cuerpo tembló ligeramente. Me había asustado un poco, ya que el sujeto se movía muy sutilmente. Pero sus palabras me animaron. Decidí que seria bueno descansar un poco, y ya que me había contestado afirmativamente, me dispuse a hacerle caso. Me sentía muy contenta, ayudar a este "chico" seria sin duda algo muy interesante. Ya no podía esperar para comenzar.
Cuando Rygart empezó a sacar unos aperitivos, me di cuenta de que estaba muy hambrienta, así que tome uno y comencé a comerlo, estaba muy rico. El gria se sentó también y me miro nuevamente.
¿ Por que me mirara tanto? ¿Estaré comiendo como una salvaje? - me cuestione, tratando de comer mas pausado.
Mientras comíamos, reinó por unos minutos un agradable silencio hasta que Rygart lo interrumpió para explicarme la situación. Me llamo compañera, y menciono que le gustaría saber mi opinión, esto me hizo sentir mas confiada. Me miro nuevamente sonriendo, aunque sus ojos indicaban cierta...emoción.

Precia que Rygart estaba impaciente también, así que medite calmadamente mi respuesta.

- Parece muy peligroso, pero si solo hay una entrada y una salida, lo mejor es avanzar de frente, tratando de ir escondiéndonos. Lo mas probable es que la bestia conozca nuestro olor, así que seria bueno que escondiéramos eso también, por precaución. Y una vez dentro, pues lo mas sensato, en mi opinión, es poner una trampa que sea inesperada para el, aunque eso tendríamos que pensarlo detalladamente - le conteste, mirándolo y sonriendo confiadamente. No importaba cuan grande o peligrosa fuera esa bestia, estaba segura de poder ganarle, aunque nos costara un poco.

Rygart parecía muy complacido por mi respuesta, puesto que cuando termine de hablar, el sonrió y me aplaudió. Me sentí muy bien, creo que le había dado una respuesta satisfactoria, por lo que también sonreí.
Me continuo explicando el plan, al parecer su olor no era común para el Abbys, por lo que el esparciría su olor por el lugar y yo haría el ataque sorpresa. Me gusto como sonó eso, tendría la oportunidad de poner en practica mi entrenamiento, ademas el Gria menciono que a la bestia le costaría moverse por su tamaño...sonaba fácil, aunque siempre era mejor no confiarse.
Rygart se levanto y se sacudió, y yo termine de comer mi aperitivo.
Coincidía con el, no sabia los movimientos de la bestia, por lo que tendría que arreglármelas sola, pero seria otro excelente entrenamiento.
Me miro y me dijo que el ya estaba listo para partir.

jaja, creo que el esta impaciente, pero supongo que es mejor. - pensé, divertida. Ademas Rygart menciono que quería pasar a un lugar. Eso me dio mucha curiosidad.

¿Que tendría que buscar?, ¿sera algún arma? - me pregunte curiosa, y preferí no hacer audibles mis pensamientos...ya lo averiguaría cuando estuviésemos allí.

Me levante también, sacudí mi ropa y me desperece.

- No te preocupes por mi, yo estoy respuesta ya, así que podemos partir cuando quieras. - le dije sonriendo. Ya estaba lista.