Un pequeño mal entendido... [2/2]

Era una noche muy ruidosa, parecía que todo el mundo había decidido estar en las calles de la ciudad. Y todos parecían estar divirtiéndose. Y para mi... para mi era otra noche de aburrimiento. Aunque después de lo vivido con esa Soldado, no me quedaban ganas de hacer pillerias. Al menos no unas que fueran tan llamativas.
Y para no agobiarme tanto, decidí que iría a por un trago. Mi mente lo necesitaba, quería relajarme un rato y sabia del lugar perfecto: el 7mo cielo.
Había ido solo algunas ocasiones a ese bar, ya que siempre estaba lleno de borrachos y aprovechadores.

Llegue a mi destino sin problemas, entre y pude ver que era otro noche ajetreada. Así que me senté en una mesa un poco apartada y espere para pedir mi orden. Mire hacia todos lados para ver si me encontraba con algún conocido. No vi a nadie, pero me llamo la atención un tipo alto que había entrado recién, iba vestido como un vago y se puso a hablar con el cantinero. No pude oír lo que decían, pero el cantinero no se veía nada contento. De pronto el desconocido saco una gran bolsa de dinero que atrajo mi atención... la noche se pone interesante - pensé, mientras me acercaba al extraño

Mientras me acercaba, note que el tipo me estaba mirando con una sonrisa picara y que el cantinero le dejaba otro vaso al frente y la botella de licor. Adivine al instante su intención. Hombres! pensé, sonriendo - todos son tan obvios.
Dejaría que pensara lo que quisiera, al final, mejor para mi, puesto que lo podía pillar mas desprevenido. Ese tipo d hombres siempre eran ls blancos mas faciles, solo era cosa de saber sacar un poco de ventaja y listo.

Cuando ya iba llegando, un molesto seeq se interpuso en mi camino y le dijo algo al sujeto que no alcance a escuchar. Vi como este lo echaba, pero el seeq solo se quedo ahí refunfuñando. No quería que todo se tornara en otra pelea, y parecia que el cantinero pensaba lo mismo, por la expresion que puso, así que me adelante y le puse una mano en el hombro al chico - Oye, cuanto tiempo - le dije, para que el seeq supiera que no estaba solo y se fuera.
Solo esperaba que el tipo entendiera la indirecta, y me siguiera el juego.

Menos mal el tipo había captado mi indirecta y me contesto rápidamente, para luego hablarle al seeq, quien le reprochaba al tipo que este lo había golpeado. De pronto el Seeq empezó a golpear cosas, se veía bastante enojado y yo retrocedí un poco. No quería meterme en alguna pelea ajena, y si la cosa se ponía peor, pues solo me piraba del lugar. Solo esperaba que eso no pasara, ya que realmente quería esa bolsa de dinero.
En eso escuche que el chico me llamaba dama, y que le dirigía al seeq una mirada cargada bastante intimidante, que hizo que el Seeq temblara levemente.
Parecía que la suerte estaba de mi lado, porque inmediatamente llegaron tipos que sacaron al Seeq, y el chico se puso a ordenar un poco el desastre, mientras el cantinero lo reprendía con una cara de pocos amigos.
Luego que termino, el tipo me sonrió, me invito a sentarme, y se presento. Era un Yojimbo. Era raro ver a uno de ellos, así que tenia que estar alerta, pues estos tipos eran peligrosos, aunque el parecía alguien bastante relajado. Sin embargo, por lo visto, también tenia sus historias y su carácter.
Estire mi mano y me presente también - Me llamo Mandel, un gusto - le dije, sonriendo.
El lugar se llenaba más y más y el ambiente era cada vez mas alegre. Decidí que lo mejor era permanecer atenta.

La verdad es que casi estaba olvidando la razón por la cual me había acercado al chico. La conversación fluía amena, bebíamos tranquilamente, y nos reíamos de cuanta cosa recordáramos. Realmente estaba teniendo un momento muy agradable. Kagemaru también parecía disfrutar, y soltó de pronto que a su parecer el ambiente se pondría interesante.
Me pregunte a que se podría estar refiriendo, cuando de pronto se escucho un golpe fuerte y una voz conocida....todo el lugar quedo en silencio y yo me voltee para saber que sucedía, y pude ver que era ese molestoso seeq, que esta vez venia con mas "amigos" a atacar a mi compañero, y seguir arruinando mi noche.
Mire a Kagemaru, y vi que se veía totalmente relajado, y que adoptaba una posición de combate.

que confianza se tiene este tipo - pensé divertida, mientras veía como enviaba a un Bangaa a volar.

Como supuse el tipo tenia mucha fuerza...pero no iba a permitir que solo el se divirtiera, y como no era ninguna damisela en apuros, me puse al lado de mi compañero y le propine una patada lateral al Seeq que estaba mas cerca.

hey! no te quedes con toda la diversión - le dije a kagemaru, sonriendo y cerrándole un ojo.

Kagemaru lucia sorprendido de mis palabras y acciones, sospeche que no se lo esperaba para nada, pero...no soy de esas chicas que se quedan esperando sin hacer nada. Y si la noche me había traído algo de pelea, pues solo podía tratar de divertirme un poco. Ademas los tragos se me habían subido ligeramente a la cabeza, por lo que me sentía con la adrenalina al máximo.
Quería patear esos traseros lo mas lejos posible.

Note que el resto de la gente se acomodaba para ver la pelea, y que el cantinero le gritaba a mi compañero que no destrozase el lugar y supuse que este tipo lo hacia a menudo. Imagine que debía ser entretenido para el resto ver este tipo de cosas.

Pero no había tiempo para distraerse, ya que otro Seeq se le lanzo a Kagemaru, pero este lo golpeo hábil y magistralmente, dejando al tipo estrellado en el suelo...Esas heridas no iban a sanar en un buen tiempo.
Me quede mirando al sujeto, y justo cuando empezaba a sentir algo de lastima, me percate que Kagemaru me miraba y me cedía el turno para luchar.
El otro Seeq viendo a su compañero caído, vino tras de mi, e intento derribarme, tratando de hacerme un barrido de pies, pero al ser mas chica y delgada, pude evitar su movimiento saltando y lo tome con mis dos brazos para derribarle por encima del hombro. El Seeq quedo tumbado en suelo, sin dar muestras de poder moverse.

Tu turno, aun quedan algunos - le dije a mi compañero mirándolo con una sonrisa.