Un día de playa [3/3]
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Un día de playa [3/3]
La ciudad de Balfoheim, un lugar en donde tuve una experiencia aterradora, bueno, eso fue muco tiempo atrás, de momento, me estoy relajando. Fui con mi traje de baño, para relajarme un poco, la verdad es que por mi no volvería a esta ciudad, pero... las cosas como son, solo me apeteció darme un baño en el mar y eso es lo que haré, pero quería sentir un poco la arena en mis escamas.
-Ah, que bien se siente - Dije mientras me recostaba entre la arena. Mi cola enterrada en la arena y mis gafas de sol hacían de este lugar algo glorioso
-¡Buenas noches Yango! - Sentí desde cerca mio, al percatarme me fije que era alguien que yo conocía de ciudad oasis.
-¡Sofía! Que gusto verte niña - Dije con una sonrisa, no esperaba encontrármela por acá.
- Te ves tan repulsivo y asqueroso hoy. ¿Como ha ido tu día? ¿Mal? - Era obvio que ya lo sabía, esta bendita niña siempre hablaba con opuestos.
-Gracias, y si, me ha ido bien, he venido para enterrarme en la arena y darme un baño en el mar. Pero dime niña... ¿Que te trae por aquí? - Dije esperando una respuesta de una persona agradable de ciudad oasis, aunque fue una sorpresa encontrármela en este lugar... ¿Que hará aquí?
-Ah, que bien se siente - Dije mientras me recostaba entre la arena. Mi cola enterrada en la arena y mis gafas de sol hacían de este lugar algo glorioso
-¡Buenas noches Yango! - Sentí desde cerca mio, al percatarme me fije que era alguien que yo conocía de ciudad oasis.
-¡Sofía! Que gusto verte niña - Dije con una sonrisa, no esperaba encontrármela por acá.
- Te ves tan repulsivo y asqueroso hoy. ¿Como ha ido tu día? ¿Mal? - Era obvio que ya lo sabía, esta bendita niña siempre hablaba con opuestos.
-Gracias, y si, me ha ido bien, he venido para enterrarme en la arena y darme un baño en el mar. Pero dime niña... ¿Que te trae por aquí? - Dije esperando una respuesta de una persona agradable de ciudad oasis, aunque fue una sorpresa encontrármela en este lugar... ¿Que hará aquí?
Última edición por Yango Razum el Sáb Nov 15, 2014 11:50 am, editado 1 vez
Yango Razum
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Re: Un día de playa [3/3]
Luego de luchar en arduas misiones de combate decidí relajarme en las playas de Balfoheim para descanzar un rato. portando traje de baño empecé a caminar por la arena, la cual al poco rato empezó a quemar mis pies provocando que de pequeños saltos en esta.
- ¡Ay! ¡Oh! ¡Auh! ¡Ogh! ¡Ouh! ¡Ih! ¡Oh! ¡Auh! ¡Ay! ¡Ogh! ¡Ah!
"¡¡Maldita arena!!" Pensé y pare de saltar cuando llegué a la parte baja de una gran roca donde, desde ese punto, pude observar a varias especies que venían a esta playa a relajarse y a tomar un buen baño refrescante. La verdad es que aún tenía un poco de miedo porque las olas arremetían en la costa con algo de fuerza y mi gran temor eran los tsunamis, por lo que decidí quedarme en este lugar por un largo tiempo disfrutando de la calma que me rodeaba.
- ¡Ay! ¡Oh! ¡Auh! ¡Ogh! ¡Ouh! ¡Ih! ¡Oh! ¡Auh! ¡Ay! ¡Ogh! ¡Ah!
"¡¡Maldita arena!!" Pensé y pare de saltar cuando llegué a la parte baja de una gran roca donde, desde ese punto, pude observar a varias especies que venían a esta playa a relajarse y a tomar un buen baño refrescante. La verdad es que aún tenía un poco de miedo porque las olas arremetían en la costa con algo de fuerza y mi gran temor eran los tsunamis, por lo que decidí quedarme en este lugar por un largo tiempo disfrutando de la calma que me rodeaba.
Damaku Lancelot
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Re: Un día de playa [3/3]
¿Que más podría pedir? Estaba con mi cola y mis brazos enterrados en la arena... pero no me esperaba encontrar a Sofía en estas playas. Le hice la pregunta de que estaba haciendo aqui, a lo que ella me contesto:
-Mis padres me forzaron a venir a estresarme a estas escandalosas playas. - A veces creo que ni yo entiendo a esta niña... pero aun asi, no entiendo que hace aqui sin compañía... ¿Habrá venido con sus padres o con algún mayordomo?
-Niña... no viniste con tus padres o con algún mayordomo de la hacienda... ¿Me equivoco? - Sigue extrañandome que Sofía haya venido hasta aqui, trate de divisar a sus padres pero no vi a nadie...
-Vine acompañada. Supe de fuentes no muy fiables que tu no aparecerías en este lugar. Mis padres se negaron a dejarme ir si tu aceptabas cuidarme, así que dije la verdad. - "¿¡Pero qué diantres con esta niña!?" Tuvo que mentir para solo venir a verme... astucia no le falta... - Bueno... ¿Me cuidarás... verdad? - Era obvio que no tenía elección...
-Bien... tu ganas. - Le dije mientras pensaba que tendré que hacer de niñera... que suplicio...
- ¡Eres repulsivo! ¡Te odio tanto! - Me dijo con una sonrisa de oreja a oreja. La verdad no me molesraba ser niñera, pero es que las personas ricas piden demasiado y no tengo tiempo para complacerles. Decidí volver a enterrar mis brazos en la arena y disfrutar del día.
-Yango - Oí decir de Sofía
-Dime niña - Le conteste mirándole
-Conosco un lugar de esta playa que es alborotado y frío. ¿Podemos ir allí? - Esas palabras dibujaron una sonrisa en mi cara. Adoro ese tipo de lugares, que le vienen perfecto a mi cuerpo áspero por que le dan el toque relajante que mis musculos ansían para tener una recuperación para luego ir a nadar.
-Bueno, pero solo si acuerdas enterrarme en la arena... ¿Vale?
-¡No! - Me grito sonriendo y partimos hacía el area donde había una gran roca. A sus afueras no había nadie y es perfecto. Me saque mi camisa hawaiana, denotando las cicatrices de mi pasado, que casi le saca un susto a Sofía.
- Tus cicatrices son... hermosas. - Me dijo algo aterrada. Cualquiera que viese mi torso, aseguraría que lo primero que iría a notar serían mis cicatrices.
-No te preocupes... Despues que me entierres en la arena no las veras. - Mientras sentía la gloriosa arena caliente en mi cuerpo, noté que debajo de la gran roca había un Bangaa. Sofía igual lo noto y hablo.
-Yango... no estoy segura de que sea Damaku Lancelot. - ¿Damaku? ¿Aquí? Creo que habra venido a relajarse también. -¡Damaku! ¡No estamos por aquí! - Decía Sofía mientras movia su mano, haciendo señas. En ese preciso momento me sentí avergonzado y deseaba que el resto de arena enterrase mi cabeza.
-Mis padres me forzaron a venir a estresarme a estas escandalosas playas. - A veces creo que ni yo entiendo a esta niña... pero aun asi, no entiendo que hace aqui sin compañía... ¿Habrá venido con sus padres o con algún mayordomo?
-Niña... no viniste con tus padres o con algún mayordomo de la hacienda... ¿Me equivoco? - Sigue extrañandome que Sofía haya venido hasta aqui, trate de divisar a sus padres pero no vi a nadie...
-Vine acompañada. Supe de fuentes no muy fiables que tu no aparecerías en este lugar. Mis padres se negaron a dejarme ir si tu aceptabas cuidarme, así que dije la verdad. - "¿¡Pero qué diantres con esta niña!?" Tuvo que mentir para solo venir a verme... astucia no le falta... - Bueno... ¿Me cuidarás... verdad? - Era obvio que no tenía elección...
-Bien... tu ganas. - Le dije mientras pensaba que tendré que hacer de niñera... que suplicio...
- ¡Eres repulsivo! ¡Te odio tanto! - Me dijo con una sonrisa de oreja a oreja. La verdad no me molesraba ser niñera, pero es que las personas ricas piden demasiado y no tengo tiempo para complacerles. Decidí volver a enterrar mis brazos en la arena y disfrutar del día.
-Yango - Oí decir de Sofía
-Dime niña - Le conteste mirándole
-Conosco un lugar de esta playa que es alborotado y frío. ¿Podemos ir allí? - Esas palabras dibujaron una sonrisa en mi cara. Adoro ese tipo de lugares, que le vienen perfecto a mi cuerpo áspero por que le dan el toque relajante que mis musculos ansían para tener una recuperación para luego ir a nadar.
-Bueno, pero solo si acuerdas enterrarme en la arena... ¿Vale?
-¡No! - Me grito sonriendo y partimos hacía el area donde había una gran roca. A sus afueras no había nadie y es perfecto. Me saque mi camisa hawaiana, denotando las cicatrices de mi pasado, que casi le saca un susto a Sofía.
- Tus cicatrices son... hermosas. - Me dijo algo aterrada. Cualquiera que viese mi torso, aseguraría que lo primero que iría a notar serían mis cicatrices.
-No te preocupes... Despues que me entierres en la arena no las veras. - Mientras sentía la gloriosa arena caliente en mi cuerpo, noté que debajo de la gran roca había un Bangaa. Sofía igual lo noto y hablo.
-Yango... no estoy segura de que sea Damaku Lancelot. - ¿Damaku? ¿Aquí? Creo que habra venido a relajarse también. -¡Damaku! ¡No estamos por aquí! - Decía Sofía mientras movia su mano, haciendo señas. En ese preciso momento me sentí avergonzado y deseaba que el resto de arena enterrase mi cabeza.
Yango Razum
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Re: Un día de playa [3/3]
Escuche un voz familiar mencionar mi nombre lo cual causo que mis escamas se erizaran en cuestión de segundos. "Por favor que no ssea ella, por favor que no ssea ella." Me repetía varias veces en la cabeza hasta que decidí levantar y mirar. Cuando volteé a ver me topé, para mi desgracia, con Sofía, una niña a la que había ayudado en una misión hace un año y la cual tenía una forma de hablar muy rara que me provocaba mareos.
- Ah... ¡Ho-ola Ssofía!
Le salude también desde lejos. No tenía opción y además no quería ser maleducado por lo que caminé hasta donde ella estaba y grande fue mi sorpresa al ver a Yango junto a ella. "Yango de niñera Jajaja Esspera a que sse lo cuente a Gautass."
- ¡Hey hola Yango! No ssabía que tu y Ssofía sse conocían.
En ese momento me sorprendí mucho, era la primera vez que veía a mi amigo en traje de baño pero lo que mas me llamó mi atención fue su torso, no porque me gustara sino porque estaba cubierto de varias cicatrices. Pude imaginarme un poco el dolor que él sintió en aquel momento que se las hicieron por lo que me quedé mirándolas un buen tiempo hasta que me di cuenta que algunas personas me miraban raro, no los culpo, si un bangaa macho miraba el torso de otro por un buen rato los demás pensarían otro cosa. "¡Ah rayos!" Rápidamente desvié mi mirada a Sofía.
- Ah... ¡Ho-ola Ssofía!
Le salude también desde lejos. No tenía opción y además no quería ser maleducado por lo que caminé hasta donde ella estaba y grande fue mi sorpresa al ver a Yango junto a ella. "Yango de niñera Jajaja Esspera a que sse lo cuente a Gautass."
- ¡Hey hola Yango! No ssabía que tu y Ssofía sse conocían.
En ese momento me sorprendí mucho, era la primera vez que veía a mi amigo en traje de baño pero lo que mas me llamó mi atención fue su torso, no porque me gustara sino porque estaba cubierto de varias cicatrices. Pude imaginarme un poco el dolor que él sintió en aquel momento que se las hicieron por lo que me quedé mirándolas un buen tiempo hasta que me di cuenta que algunas personas me miraban raro, no los culpo, si un bangaa macho miraba el torso de otro por un buen rato los demás pensarían otro cosa. "¡Ah rayos!" Rápidamente desvié mi mirada a Sofía.
Damaku Lancelot
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Re: Un día de playa [3/3]
Eramos yo y el mar. Y el mar estaba solo y solo yo. Uno de los dos faltaba. El mar, que para la mirada humana no es nunca tan bello como el cielo, no nos abandonaba. Mi abuelo solía decir:
"¿No podremos jamás en el mar de los tiempos echar ancla algún día?"
Aunque al final no comprendo estas cosas. Para mí el mar nunca ha sido amigable para el hombre. Siempre ha sido cómplice de la inquietud humana. Y sin embargo a los ojos de un ser terrestre, estas aguas siempre parecen imponentes y prohibidas, bellas y peligrosas. Como alguna vez lo fue Gisela. Sólo había visto este balanceo de espuma y sal una vez, a su lado.
-Veo que no mienten. El mar lo devuelve todo después de un tiempo, especialmente los recuerdos. Je.
Decidí sentarme en la arena mirando el horizonte. El filo entre el cielo y el agua encerraba tantos misterios. Tantas dudas nacían, peor aún, veía memorias en ello. Por lo que volteaba a veces al frente, a veces al cielo. Era una dulce tortura, una tristeza que se disfruta.
- ¡Hey hola Yango! No ssabía que tu y Ssofía sse conocían
<<¿Yango? Ese nombre lo conozco.>>
Y vaya que lo conocía bien. Era imposible olvidar aquella aventura, aunque en estos momentos sólo era parte de mi experiencia. Deseaba estar solo. Pero sabía que si no lo hacía yo, el me vería y tarde o temprano me saludaría. O pudiese que no. No lo sabía en realidad. Quizá si quería verlo una vez más.
<<¿Qué más da?>>
Pensé, me incorporé y grité:
-¡Hey Yango! ¡No caminaré hasta allá para saludarte! ¡Así que ven tú aquí!
Respiré un poco, deje pasar un segundo y exhalé aún más fuerte lo siguiente:
-¡¡¡LAGARTO!!!
"¿No podremos jamás en el mar de los tiempos echar ancla algún día?"
Aunque al final no comprendo estas cosas. Para mí el mar nunca ha sido amigable para el hombre. Siempre ha sido cómplice de la inquietud humana. Y sin embargo a los ojos de un ser terrestre, estas aguas siempre parecen imponentes y prohibidas, bellas y peligrosas. Como alguna vez lo fue Gisela. Sólo había visto este balanceo de espuma y sal una vez, a su lado.
-Veo que no mienten. El mar lo devuelve todo después de un tiempo, especialmente los recuerdos. Je.
Decidí sentarme en la arena mirando el horizonte. El filo entre el cielo y el agua encerraba tantos misterios. Tantas dudas nacían, peor aún, veía memorias en ello. Por lo que volteaba a veces al frente, a veces al cielo. Era una dulce tortura, una tristeza que se disfruta.
- ¡Hey hola Yango! No ssabía que tu y Ssofía sse conocían
<<¿Yango? Ese nombre lo conozco.>>
Y vaya que lo conocía bien. Era imposible olvidar aquella aventura, aunque en estos momentos sólo era parte de mi experiencia. Deseaba estar solo. Pero sabía que si no lo hacía yo, el me vería y tarde o temprano me saludaría. O pudiese que no. No lo sabía en realidad. Quizá si quería verlo una vez más.
<<¿Qué más da?>>
Pensé, me incorporé y grité:
-¡Hey Yango! ¡No caminaré hasta allá para saludarte! ¡Así que ven tú aquí!
Respiré un poco, deje pasar un segundo y exhalé aún más fuerte lo siguiente:
-¡¡¡LAGARTO!!!
Leonard Majesty
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Re: Un día de playa [3/3]
Bueno, no me esperaba ver a Damaku aca en la playa, ya que siempre rechaza mis retos de nado en el mar. Pense en devolverle el saludo... pero... "Espera... si Damaku me ve con Sofía... ¿No pensara que soy su...? ¡Arg!" Me decía mientras deseaba que la arena me enteerase aún más.
-¡Damaku! ¡No es lo que piensas! ¡Solo estamos...! - Mi cara comenzo a ponerse roja de la verguenza, pero al final, decidi callarme. Note que damaku veia mi torso con caras muy raras... bueno, no es de sorprenderme, todo el que me mire, en especial mi torso desnudo, lo primero que denota son mis cicatrices. La verdad, hubiese deseado que no me viera.
-¿Que miras tanto? - Le dije algo furioso. ODIO que me miren asi, sintiendo terror hacía mi. Me hacen ver como un raro o un monstruo. Lo odiaba. Estaba a punto de golpear a Damaku, pero volteo a ver a Sofía. Damaku no me cae mal, despues de todo, somos amigos. Asi que solo segui relajandome mientras veia a Damaku sentarse al lado de Sofía, continuando con la mirada...
-¡Ya basta Damaku! ¡Sigue mirando y te voy a...! -De pronto mi voz es interrumpido por otra, la de Sofía.
-Yango, debes sentirte muy orgulloso. Se que te importa mucho que los demas te miren. Pero el no es tu amigo... ¿O sí? - Aunque hablase con opuestos, la niña tenía razón. No me da el derecho de contestarle así a Damaku y menos siendo su amigo.
-Lo siento Damaku, es que odio que me vean como un engendro. - Dije mientras me volvi a enterrar en la arena, esta vez mas averonzado. Cuando creí volver a relajarme, escuche una voz a la lejanía...
-¡Hey Yango! ¡No caminaré hasta allá para saludarte! ¡Así que ven tú aquí!
"¿Cómo?" Me dije mientras intentaba procesar en mi mente esa voz. Sí, lo recorda. Un tipo algo desagradable, excentrico, y por si fuera poco...
-¡¡¡LAGARTO!!! - Esa palabra activo un tic en mi cerebro. Pasé de estar avergonzado a muy furioso. Me movi hasta el y le dije con mi peor cara de enojo:
- A quien le dijiste lagarto, escoria.
-¡Damaku! ¡No es lo que piensas! ¡Solo estamos...! - Mi cara comenzo a ponerse roja de la verguenza, pero al final, decidi callarme. Note que damaku veia mi torso con caras muy raras... bueno, no es de sorprenderme, todo el que me mire, en especial mi torso desnudo, lo primero que denota son mis cicatrices. La verdad, hubiese deseado que no me viera.
-¿Que miras tanto? - Le dije algo furioso. ODIO que me miren asi, sintiendo terror hacía mi. Me hacen ver como un raro o un monstruo. Lo odiaba. Estaba a punto de golpear a Damaku, pero volteo a ver a Sofía. Damaku no me cae mal, despues de todo, somos amigos. Asi que solo segui relajandome mientras veia a Damaku sentarse al lado de Sofía, continuando con la mirada...
-¡Ya basta Damaku! ¡Sigue mirando y te voy a...! -De pronto mi voz es interrumpido por otra, la de Sofía.
-Yango, debes sentirte muy orgulloso. Se que te importa mucho que los demas te miren. Pero el no es tu amigo... ¿O sí? - Aunque hablase con opuestos, la niña tenía razón. No me da el derecho de contestarle así a Damaku y menos siendo su amigo.
-Lo siento Damaku, es que odio que me vean como un engendro. - Dije mientras me volvi a enterrar en la arena, esta vez mas averonzado. Cuando creí volver a relajarme, escuche una voz a la lejanía...
-¡Hey Yango! ¡No caminaré hasta allá para saludarte! ¡Así que ven tú aquí!
"¿Cómo?" Me dije mientras intentaba procesar en mi mente esa voz. Sí, lo recorda. Un tipo algo desagradable, excentrico, y por si fuera poco...
-¡¡¡LAGARTO!!! - Esa palabra activo un tic en mi cerebro. Pasé de estar avergonzado a muy furioso. Me movi hasta el y le dije con mi peor cara de enojo:
- A quien le dijiste lagarto, escoria.
Yango Razum
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Re: Un día de playa [3/3]
Yango se había enojado por haberle mirado tanto el torso, no era mi intención verlo de manera rara pues solo estaba preocupado por él. Luego él se acercó a mi como queriendome golpear a lo que yo cerré mis ojos de inmediato esperando mi "castigo" como un niño luego de haber hecho enfadar a su padre, pero justo en ese momento Sofía lo interrumpió evitando que me hiciera daño. No esperaba que él reaccionara así pero no lo culpo, se lo que es ser visto como un monstruo pero esa ya es otra historia.
- Mass bien perdóname a mi Yango, no era mi intenssión verte de esa manera, eres mi amigo. Venga, mejor vamoss a...
Mis disculpas fueron interrumpidas por una voz que se escuchaba a lo lejos que al parecer llamaba a Yango. "¿Sserá amigo suyo?" Pensé cuando volteé a ver quien era, hasta que le llamo "Lagarto". Para nosotros, los bangaa, el llamarnos "Lagartos" era algo que nos hacía enojar desde tiempos remotos pues este apodo se adoptaba más a los esclavos que a los guerreros, asi que admito que yo también me enojé un poco al escuchar llamarlo de esa manera.
- ¿Esse ssujeto ess amigo de Yango?
Le pregunté a Sofía mientras miraba la escena desde lejos con ella.
- Mass bien perdóname a mi Yango, no era mi intenssión verte de esa manera, eres mi amigo. Venga, mejor vamoss a...
Mis disculpas fueron interrumpidas por una voz que se escuchaba a lo lejos que al parecer llamaba a Yango. "¿Sserá amigo suyo?" Pensé cuando volteé a ver quien era, hasta que le llamo "Lagarto". Para nosotros, los bangaa, el llamarnos "Lagartos" era algo que nos hacía enojar desde tiempos remotos pues este apodo se adoptaba más a los esclavos que a los guerreros, asi que admito que yo también me enojé un poco al escuchar llamarlo de esa manera.
- ¿Esse ssujeto ess amigo de Yango?
Le pregunté a Sofía mientras miraba la escena desde lejos con ella.
Damaku Lancelot
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Re: Un día de playa [3/3]
Casi caigo de espaldas cuando en un parpadeo Yango respiraba mi aire debido a la cercanía. No disimulé este asombro. Comencé a retroceder lentamente agitando levemente de izquierda a derecha a mis manos que ponía en frente de él. Una especie de seña para decir "Tranquilo viejo". No le miraba a los ojos, sino de arriba a abajo desviando la vista buscando cualquier excusa o refugio para salir de esa situación.
-Tran... Tranquilo Yango. Pude referirme a cualquier otro lagarto. ¡Digo! ¡Disculpe! ¡No quise llamarle "Barriga" señor "Lagarto"! ¡Digo! Es que... ¡Lagarto es un nombre poco común para un Yango! ¡No, espera! ¡¿Qué?! ¡Quise decir Yango para un Lagarto! ¡Digo Yango para un Bango! ¡Perdón, Bangaa!
Decía estar sarta de tonterías demasiado veloz. Había llegado a la playa buscando un sitio de reflexión y como siempre, me las había arreglado para causar una situación totalmente contraria. Al percatarme que no existía de momento una forma para relajar a Yango y que mis palabras sólo empeoraban su humor, tuve que recurrir a la segunda opción de una situación peligrosa: huir.
-¡Mira! ¡¡¡Lagartos Voladores!!!
Grité y le señale el cielo a su espalda. Sin importarme si miró o no, le empuje y corrí como nunca había hecho en mi vida, sin fijarme y atropellando a un Bangaa rojo en la carrera. Más eso no detuvo mis pies en polvorosa.
-Tran... Tranquilo Yango. Pude referirme a cualquier otro lagarto. ¡Digo! ¡Disculpe! ¡No quise llamarle "Barriga" señor "Lagarto"! ¡Digo! Es que... ¡Lagarto es un nombre poco común para un Yango! ¡No, espera! ¡¿Qué?! ¡Quise decir Yango para un Lagarto! ¡Digo Yango para un Bango! ¡Perdón, Bangaa!
Decía estar sarta de tonterías demasiado veloz. Había llegado a la playa buscando un sitio de reflexión y como siempre, me las había arreglado para causar una situación totalmente contraria. Al percatarme que no existía de momento una forma para relajar a Yango y que mis palabras sólo empeoraban su humor, tuve que recurrir a la segunda opción de una situación peligrosa: huir.
-¡Mira! ¡¡¡Lagartos Voladores!!!
Grité y le señale el cielo a su espalda. Sin importarme si miró o no, le empuje y corrí como nunca había hecho en mi vida, sin fijarme y atropellando a un Bangaa rojo en la carrera. Más eso no detuvo mis pies en polvorosa.
Leonard Majesty
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Re: Un día de playa [3/3]
-¿Esse ssujeto ess amigo de Yango?
-Estoy segura que sí. Yango siempre me presenta a sus amigos.
-Tran... Tranquilo Yango. Pude referirme a cualquier otro lagarto. ¡Digo! ¡Disculpe! ¡No quise llamarle "Barriga" señor "Lagarto"! ¡Digo! Es que... ¡Lagarto es un nombre poco común para un Yango! ¡No, espera! ¡¿Qué?! ¡Quise decir Yango para un Lagarto! ¡Digo Yango para un Bango! ¡Perdón, Bangaa! -Las palabras de Leonard sonaban tan rápidas que ni el mismo parecía entenderse, y a mi parecer se ahogaba con ellas, pero estaba tan enfadado que ni le preste atención, solo quería matarlo y nada mas. Cuando estaba esperando un mínimo y racional indicio de disculpa, el dijo unas palabras.
-¡Mira! ¡¡¡Lagartos Voladores!!!
-A quien crees que engañas con... - No alcance a hablar cuando el me empujo y salio corriendo a toda prisa "¿¡EN SERIO ME HACE ESTO!?" Casi llegaba al borde de un ataque de ira cuando llego a empujar a Damaku
-¡OYE! ¡VUELVE AQUÍ PARA DARTE LA PALIZA QUE TE MERECES! - Dije mientras tome una piedra del suelo. No era una bala de cañón, pero de todos modos podía arrojarla lejos. - Aquí va... El tiro perfecto. - Dije mientras arroje la piedra, que cayo a los pies de Leonard y le hizo tropezar, rápidamente mientras se tropezó, corrí lo mas veloz que pude, de modo que cuando se levanto ya estaba frente a el. Lo tome del cuello, ahorcandole.
-Te tengo - Dije mientras le levante unos centímetros en el aire debido a la fuerza que conservaba en mis brazos. -¡¿Hacia donde querías huir?! - Dije mientras lo levantaba y ahorcaba mas.
-¡Detente Yango - Escucho de una voz femenina a mis espaldas.
-Estoy segura que sí. Yango siempre me presenta a sus amigos.
-Tran... Tranquilo Yango. Pude referirme a cualquier otro lagarto. ¡Digo! ¡Disculpe! ¡No quise llamarle "Barriga" señor "Lagarto"! ¡Digo! Es que... ¡Lagarto es un nombre poco común para un Yango! ¡No, espera! ¡¿Qué?! ¡Quise decir Yango para un Lagarto! ¡Digo Yango para un Bango! ¡Perdón, Bangaa! -Las palabras de Leonard sonaban tan rápidas que ni el mismo parecía entenderse, y a mi parecer se ahogaba con ellas, pero estaba tan enfadado que ni le preste atención, solo quería matarlo y nada mas. Cuando estaba esperando un mínimo y racional indicio de disculpa, el dijo unas palabras.
-¡Mira! ¡¡¡Lagartos Voladores!!!
-A quien crees que engañas con... - No alcance a hablar cuando el me empujo y salio corriendo a toda prisa "¿¡EN SERIO ME HACE ESTO!?" Casi llegaba al borde de un ataque de ira cuando llego a empujar a Damaku
-¡OYE! ¡VUELVE AQUÍ PARA DARTE LA PALIZA QUE TE MERECES! - Dije mientras tome una piedra del suelo. No era una bala de cañón, pero de todos modos podía arrojarla lejos. - Aquí va... El tiro perfecto. - Dije mientras arroje la piedra, que cayo a los pies de Leonard y le hizo tropezar, rápidamente mientras se tropezó, corrí lo mas veloz que pude, de modo que cuando se levanto ya estaba frente a el. Lo tome del cuello, ahorcandole.
-Te tengo - Dije mientras le levante unos centímetros en el aire debido a la fuerza que conservaba en mis brazos. -¡¿Hacia donde querías huir?! - Dije mientras lo levantaba y ahorcaba mas.
-¡Detente Yango - Escucho de una voz femenina a mis espaldas.
Yango Razum
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Re: Un día de playa [3/3]
- ¡Pero que...! *POF*
Fue lo único que pude decir para luego ser pisoteado por aquel sujeto. "¡Pero que falta resspeto!" Pensé al caer en la arena para luego levantarme rápidamente. Esto no se iba a quedar así, nadie podía pisotearme sin recibir un paliza a cambio, pero justo cuando me levanté para ir tras aquel sujeto pude observar que Yango estaba ahorcandolo como si fuerza un muñeco de trapo. Debería parar a ambos por mis costumbres pacifistas pero en estos casos quería que Yango le de un buen escarmiento a ese sujeto por lo que lo animé más a que lo "matara".
- ¡¡Esó Yango!! ¡¡Apretalo más fuerte!!
Le grité con entusiasmo y rabia desde mi lugar. Cuando creí que la cosa se iba a poner más interesante Sofía le pidió a Yango que parara. "Aw vamoss..." Me dije a mi mismo mientras pateaba arena a un lado.
Fue lo único que pude decir para luego ser pisoteado por aquel sujeto. "¡Pero que falta resspeto!" Pensé al caer en la arena para luego levantarme rápidamente. Esto no se iba a quedar así, nadie podía pisotearme sin recibir un paliza a cambio, pero justo cuando me levanté para ir tras aquel sujeto pude observar que Yango estaba ahorcandolo como si fuerza un muñeco de trapo. Debería parar a ambos por mis costumbres pacifistas pero en estos casos quería que Yango le de un buen escarmiento a ese sujeto por lo que lo animé más a que lo "matara".
- ¡¡Esó Yango!! ¡¡Apretalo más fuerte!!
Le grité con entusiasmo y rabia desde mi lugar. Cuando creí que la cosa se iba a poner más interesante Sofía le pidió a Yango que parara. "Aw vamoss..." Me dije a mi mismo mientras pateaba arena a un lado.
Damaku Lancelot
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Re: Un día de playa [3/3]
-Gahg, Argh.
Y con mis manos trataba de arrancarme las suyas, pero las fuerzas se me iban a cada segundo. Sentía como mis pulmones punzaban y mi corazón se agitaba. Comencé a marearme.
<<Debo de... Como aquella vez...>>
Me balancee un poco de atrás hacia adelante y viceversa. Tenía que tomar impulso cuando.
-¡Detente Yango!
<<¡Es ahora!>>
Lo patee en la entre pierna, y pateando seguí por su estomago, pecho y finalmente cara. Literalmente caminé sobre su cuerpo para tomar impulso y zafarme de sus manos con un salto. Caí a unos metros de él. Di una gran bocanada de aire y sin percatarme ya tenía mi Katana afuera. Clave mi mirada en la suya. Los segundos parecían horas. Un arbusto rodante pasó enfrente de los dos y los pájaros volaron lejos. El viento era seco con olor a sal, una gota se derramo por el lateral de mi rostro.
-¡Hasta aquí llegaste!
Sujete mi arma con ambas manos y corrí a toda velocidad con el arma en un costado, a medio metro salté. Arroje la katana al suelo y caí sobre su cara con un abrazo desparramandonos por la arena en el acto.
-¡¡¡HERMANO!!!
Nuestro encuentro fue igual que aquel de la vez en que nos conocimos, exceptuando el abrazo, claro. Sólo una vez lo había visto, y esa experiencia me bastó para saber que era alguien de confianza. Ya ni siquiera me tomaba la molestia de examinar su alma cuando le miraba a los ojos. Si algo había aprendido de la única vez que lo hice fue que no soy el único títere de la tragedia. Mi perspectiva había cambiado desde entonces y le debía que tuviese una nueva oportunidad de ser "feliz" o al menos de intentarlo. Me incorporé y le ayude a levantarse.
-"Si vienes conmigo te quedas vivo" ¿No?
Recité su clásica frase.
-¡Pensé que habías muerto aquella ocasión! ¡¡Ahora veo que eres más duro de roer de lo que imaginaba!! Jajaja.
Si he de admitirlo, se siente bien ver de pie a alguien que imaginabas ya bajo tierra. Mi euforia era tanta que casi no me percató de los ojos del Bangaa rojo sobre mí, y sin embargo, lo sentí.
<<¿Y este Lagarto rojo qué? ¿Acaso no ha leído a Dante Alieghieri?>>
Le miré de arriba a abajo con la misma cara con la que él me veía sólo para terminar diciéndole de una forma a poema:
-"El que sabe de dolor todo lo sabe..."
Pero si hubo algo más imponente en ese momento, fueron esos cristales purpúreos que se inyectaban en mi esencia. Ojos volcán de su alma, escupen verdades que sangran, sangran sin consuelo aparente.
<<Tanto como cambia su ánimo de repente>>
Y esos ojos volcan de su alma, tanta es la belleza cuando calman, del preciado sol me iluminó en su amor.
-Será que sos un ángel y no podes disimular.
Dije para mí mientras le miraba, atónito, anonadado, en inexorable perdición.
Y con mis manos trataba de arrancarme las suyas, pero las fuerzas se me iban a cada segundo. Sentía como mis pulmones punzaban y mi corazón se agitaba. Comencé a marearme.
<<Debo de... Como aquella vez...>>
Me balancee un poco de atrás hacia adelante y viceversa. Tenía que tomar impulso cuando.
-¡Detente Yango!
<<¡Es ahora!>>
Lo patee en la entre pierna, y pateando seguí por su estomago, pecho y finalmente cara. Literalmente caminé sobre su cuerpo para tomar impulso y zafarme de sus manos con un salto. Caí a unos metros de él. Di una gran bocanada de aire y sin percatarme ya tenía mi Katana afuera. Clave mi mirada en la suya. Los segundos parecían horas. Un arbusto rodante pasó enfrente de los dos y los pájaros volaron lejos. El viento era seco con olor a sal, una gota se derramo por el lateral de mi rostro.
-¡Hasta aquí llegaste!
Sujete mi arma con ambas manos y corrí a toda velocidad con el arma en un costado, a medio metro salté. Arroje la katana al suelo y caí sobre su cara con un abrazo desparramandonos por la arena en el acto.
-¡¡¡HERMANO!!!
Nuestro encuentro fue igual que aquel de la vez en que nos conocimos, exceptuando el abrazo, claro. Sólo una vez lo había visto, y esa experiencia me bastó para saber que era alguien de confianza. Ya ni siquiera me tomaba la molestia de examinar su alma cuando le miraba a los ojos. Si algo había aprendido de la única vez que lo hice fue que no soy el único títere de la tragedia. Mi perspectiva había cambiado desde entonces y le debía que tuviese una nueva oportunidad de ser "feliz" o al menos de intentarlo. Me incorporé y le ayude a levantarse.
-"Si vienes conmigo te quedas vivo" ¿No?
Recité su clásica frase.
-¡Pensé que habías muerto aquella ocasión! ¡¡Ahora veo que eres más duro de roer de lo que imaginaba!! Jajaja.
Si he de admitirlo, se siente bien ver de pie a alguien que imaginabas ya bajo tierra. Mi euforia era tanta que casi no me percató de los ojos del Bangaa rojo sobre mí, y sin embargo, lo sentí.
<<¿Y este Lagarto rojo qué? ¿Acaso no ha leído a Dante Alieghieri?>>
Le miré de arriba a abajo con la misma cara con la que él me veía sólo para terminar diciéndole de una forma a poema:
-"El que sabe de dolor todo lo sabe..."
Pero si hubo algo más imponente en ese momento, fueron esos cristales purpúreos que se inyectaban en mi esencia. Ojos volcán de su alma, escupen verdades que sangran, sangran sin consuelo aparente.
<<Tanto como cambia su ánimo de repente>>
Y esos ojos volcan de su alma, tanta es la belleza cuando calman, del preciado sol me iluminó en su amor.
-Será que sos un ángel y no podes disimular.
Dije para mí mientras le miraba, atónito, anonadado, en inexorable perdición.
Leonard Majesty
Estado
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(22/100)
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Re: Un día de playa [3/3]
Cuando Sofía me hablo, me descuide un poco. Momento que Leonard aprovecho para patearme en la entrepierna que, a pesar de que me dolió, no me inmute, pero no me esperaba que recorriese todo hasta mi cara hasta que se soltó. Estaba furioso, pero también recordaba el primer encuentro que tuvimos. El desenvaino su espada y yo estaba listo para sacar mi... "¿Cañón? ¿¡Donde esta mi cañón?!" Con la tensión en el ambiente, me olvide por completo que mi cañón quedo en custodia. Vi que corría hacia mi a roda velocidad, y como no tenía como defenderme, solo me quede paralizado ahí, pero...
"¡¿Como?!" Vi que el a media carrera soltó su espada y... me dio un abrazo. De tal magnitud que quedamos ambos tirados en la arena. Si bien estaba extrañado en verle, ahora estaba un poco mas extrañado. Cuando creí que las cosas no podían ser mas raras, el me dijo una palabra a la que no supe responder...
-¡¡¡HERMANO!!! - Me dijo... No sabía por que me había llamado así, pero en el momento que escuche esa palabra sentí algo en lo profundo de mi corazón. Sentí... calidez... una calidez que no me podía explicar. Nadie así en mi vida me había tratado como un hermano y estas cosas, no me la esperaba de el. Me ayudo a levantarme y me dijo:
-"Si vienes conmigo te quedas vivo" ¿No? - En ese momento pensé: "Te robaste mi frase... ¡Ha!" Mientras me aludía a que seguía vivo. Bien en el fortuito encuentro casi llegue a morir, también el desapareció sin dejar rastro. Vi que le dijo algo a Damaku, pero no le preste mucha atención. Luego de darme cuenta de algo le dije disimuladamente.
-Creo que le debes una mejor disculpa - Mientras el parecía ignorarme y posaba sus ojos en Sofía. Si el no me molestaba, Sofía estaba encantado con el, a lo que le respondió:
-Que repulsivo eres. Eres tan asqueroso, ¡Así que aléjate mas! - Decía mientras veía su cara cada vez mas roja, a la que yo dije:
-Parece que el señor casanova nunca cambiara... jaja - Mientras seguía mirando la digna escena que se formaba.
"¡¿Como?!" Vi que el a media carrera soltó su espada y... me dio un abrazo. De tal magnitud que quedamos ambos tirados en la arena. Si bien estaba extrañado en verle, ahora estaba un poco mas extrañado. Cuando creí que las cosas no podían ser mas raras, el me dijo una palabra a la que no supe responder...
-¡¡¡HERMANO!!! - Me dijo... No sabía por que me había llamado así, pero en el momento que escuche esa palabra sentí algo en lo profundo de mi corazón. Sentí... calidez... una calidez que no me podía explicar. Nadie así en mi vida me había tratado como un hermano y estas cosas, no me la esperaba de el. Me ayudo a levantarme y me dijo:
-"Si vienes conmigo te quedas vivo" ¿No? - En ese momento pensé: "Te robaste mi frase... ¡Ha!" Mientras me aludía a que seguía vivo. Bien en el fortuito encuentro casi llegue a morir, también el desapareció sin dejar rastro. Vi que le dijo algo a Damaku, pero no le preste mucha atención. Luego de darme cuenta de algo le dije disimuladamente.
-Creo que le debes una mejor disculpa - Mientras el parecía ignorarme y posaba sus ojos en Sofía. Si el no me molestaba, Sofía estaba encantado con el, a lo que le respondió:
-Que repulsivo eres. Eres tan asqueroso, ¡Así que aléjate mas! - Decía mientras veía su cara cada vez mas roja, a la que yo dije:
-Parece que el señor casanova nunca cambiara... jaja - Mientras seguía mirando la digna escena que se formaba.
Yango Razum
Estado
Prox. Nivel:
(7/100)
Habilidades:Habilidades Hab. Batalla Soporte Reacción Nivel 1 Recarga Nivel 15 Nivel 25 Nivel 35
Re: Un día de playa [3/3]
Casi detengo a aquel humano cuando se dispuso a sacar su katana, pues lo que menos quería en este día de descanso era un picadillo de Yango pero menos mal todo se trataba de un pequeño juego dado que luego el sujeto lo abrazó con afecto. Al parecer este humano no era tan malo que digamos dado que se había ganado el respeto de Yango tiempo atrás además de que también se ganó el afecto de Sofía en cuestión de segundos "Vaya cassanova jajaja" Me dije mientras reía por dentro. Me gustaba la idea de que hubieran más personas para pasarla bien hoy, así habría mas tiempo de conversar y jugar. Oigan no me culpen, el hecho de que tenga 42 años y sea un guerrero formidable no significa que deba ser una persona el 100% madura, siempre me gusta compartir momentos así.
- Y bien Yango, ¿No noss pressentarass? Jejeje
Le dije mientras cruzaba los brazos y movía la cola un poco.
- Y bien Yango, ¿No noss pressentarass? Jejeje
Le dije mientras cruzaba los brazos y movía la cola un poco.
Damaku Lancelot
Estado
Prox. Nivel:
(32/100)
Habilidades:Habilidades Hab. Batalla Soporte Reacción Nivel 1 Chakra Nivel 15 Nivel 25 Nivel 35
Re: Un día de playa [3/3]
-Que repulsivo eres. Eres tan asqueroso, ¡Así que aléjate mas!
Su voz empujó con fuerza la daga envenenada de mi pecho. Los golpes te quiebran los huesos, pero las palabras, las palabras peor: te quiebran el alma. Sostuve con ambas manos mi corazón que ya saltaba del precipicio volviéndose, quedando ahí en un rincón contemplando mi actuación tratando de conseguir con gran preocupación un nuevo sentido para no desmoronarse, pues ahora perdido yacía, corriendo mil senderos de mi mente buscando una defensa, una cueva, un hogar donde llorar sin demostrar tal debilidad mientras mis ojos en bando contrario no podían despegarse del mirar purpureo, suave que detienen mi mundo y lo elevan hasta mi boca para respirar de su perfume, y son las flores de sus brazos que detienen los pedazos de mi vida que hoy se arrastran hasta aquí para acunarse entre sus ramas y jamás volver a huir. Y por un impulso, victima de mi propio corazón, me vi tomándole de los brazos clavando el mirar en su mirar.
-¡Mientes!
Le dije mientras escrutaba hondo en aquella esencia.
-No es que me apresure por quererte, ni tampoco alardear que un día pueda amarte; vaya uno a saber...
Finalmente la solté y trate de encontrar una pizca de razón en aquel torbellino de emociones.
-Pero... cuando veo tu alma es imposible no imaginar a tus demonios llevarse bien con los míos.
-Y bien Yango, ¿No noss pressentarass? Jejeje
Y mi razón que hasta hace unos momentos pertenecía a la dama de morado regresó a su cuerpo de origen. Me aleje un poco con la mirada al suelo mientras se re acomodaban mis pensamientos en los cajones de la mente.
-Disculpen.
Pronuncie en voz baja.
-Sólo que no había visto unos ojos así en mucho tiempo y me obligaron a soñar. No es poesía. Es literal. Disculpen de nuevo.
Sentía nauseas, y no disimulaba. Seguía resolviendo las conjeturas mentales que se anidaban en mi cabeza ¿Cómo olvidar su brillo? ¿Cómo olvidar su aroma? Y pareciese que los tuviese de vuelta, pero en el fondo sabía que estaba condenado a un abismo y entre demonios y desesperación me enamoraba del espejismo.
-Soy... Leonard Medici.
Dije ahora con una mano en la cabeza, sin averiguar quien me rodeaba en ese momento o quien había hecho la pregunta.
Su voz empujó con fuerza la daga envenenada de mi pecho. Los golpes te quiebran los huesos, pero las palabras, las palabras peor: te quiebran el alma. Sostuve con ambas manos mi corazón que ya saltaba del precipicio volviéndose, quedando ahí en un rincón contemplando mi actuación tratando de conseguir con gran preocupación un nuevo sentido para no desmoronarse, pues ahora perdido yacía, corriendo mil senderos de mi mente buscando una defensa, una cueva, un hogar donde llorar sin demostrar tal debilidad mientras mis ojos en bando contrario no podían despegarse del mirar purpureo, suave que detienen mi mundo y lo elevan hasta mi boca para respirar de su perfume, y son las flores de sus brazos que detienen los pedazos de mi vida que hoy se arrastran hasta aquí para acunarse entre sus ramas y jamás volver a huir. Y por un impulso, victima de mi propio corazón, me vi tomándole de los brazos clavando el mirar en su mirar.
-¡Mientes!
Le dije mientras escrutaba hondo en aquella esencia.
-No es que me apresure por quererte, ni tampoco alardear que un día pueda amarte; vaya uno a saber...
Finalmente la solté y trate de encontrar una pizca de razón en aquel torbellino de emociones.
-Pero... cuando veo tu alma es imposible no imaginar a tus demonios llevarse bien con los míos.
-Y bien Yango, ¿No noss pressentarass? Jejeje
Y mi razón que hasta hace unos momentos pertenecía a la dama de morado regresó a su cuerpo de origen. Me aleje un poco con la mirada al suelo mientras se re acomodaban mis pensamientos en los cajones de la mente.
-Disculpen.
Pronuncie en voz baja.
-Sólo que no había visto unos ojos así en mucho tiempo y me obligaron a soñar. No es poesía. Es literal. Disculpen de nuevo.
Sentía nauseas, y no disimulaba. Seguía resolviendo las conjeturas mentales que se anidaban en mi cabeza ¿Cómo olvidar su brillo? ¿Cómo olvidar su aroma? Y pareciese que los tuviese de vuelta, pero en el fondo sabía que estaba condenado a un abismo y entre demonios y desesperación me enamoraba del espejismo.
-Soy... Leonard Medici.
Dije ahora con una mano en la cabeza, sin averiguar quien me rodeaba en ese momento o quien había hecho la pregunta.
Leonard Majesty
Estado
Prox. Nivel:
(22/100)
Habilidades:Habilidades Hab. Batalla Soporte Reacción Nivel 1 Velo Tiera Nivel 15 Nivel 25 Nivel 35
Re: Un día de playa [3/3]
Cuando vi la cara de Leonard por las palabras de Sofía, me dio un extraño impulso de reír a carcajadas del momento... pero probablemente Leonard se echaría a llorar, asi que vi mientras Sofía lo miraba cada vez poniendose mas roja.
-Eres tan tonto, inmaduro, idiota y analfabeta... ¡Te odio! - Dijo mientras le daba un abrazo y yo solo podía ver con unas ganas de reirme... pero supongo que tengo que ser yo quien aclare todo antes de que se eche a llorar.
-Ella es Sofía. Tiene la rara manía de hablar con opuestos. Asi que si te dijo que te odia, ya sabes que significa. - Le dije tratando de darle la razón a el y tratando de no confundirle mas de la cuenta. En cuanto a Damaku...
-Bueno Damaku, Leonard y yo nos conocimos un tiempo atras. De todos modos no es muy relevante... - No pude evitar distraerme, ya que un seeq, con una hacha en mano, parecía estar nadando. No era notorio para los demas, pero por un momento me distraje.
-Eh, me parece ver a alguien en medio del mar. - Dije mientras prestaba la atención al seeq que, increiblemente, logro recojer el mar un poco. Se me vino a la mente una conversación que tuve con Damaku hace tiempo. No me corté y de inmediato le dije:
-Damaku... dime que no le tienes miedo a los tsunamis NO ME CONTESTES. - Le dije mientras una ola de mas de un metro emergía desde el mar, pero está era tan angosta que se podría cortar con un cuchillo. Instintivamente le dije a Sofía:
-Sofía... ¿No te importa mojarte... verdad? - Decía mientras esa angosta ola se acercaba.
-¡Sí! - Dijo ella mientras la ola parecía mas cerca.
-Pues prestame tu parasol un momento. - ODIO mojarme las escamas cuando me relajo en la arena, si aún no término de relajarme por completo.
-¡No! - Dijo mientras me entrego el parasol mientras trataba de cubrirme lo mas que podía. Se notaba que el que sea que estaba en el mar, estaba entrenando una habilidad. Solo esperaba que cierta persona no entrara en pánico.
-Eres tan tonto, inmaduro, idiota y analfabeta... ¡Te odio! - Dijo mientras le daba un abrazo y yo solo podía ver con unas ganas de reirme... pero supongo que tengo que ser yo quien aclare todo antes de que se eche a llorar.
-Ella es Sofía. Tiene la rara manía de hablar con opuestos. Asi que si te dijo que te odia, ya sabes que significa. - Le dije tratando de darle la razón a el y tratando de no confundirle mas de la cuenta. En cuanto a Damaku...
-Bueno Damaku, Leonard y yo nos conocimos un tiempo atras. De todos modos no es muy relevante... - No pude evitar distraerme, ya que un seeq, con una hacha en mano, parecía estar nadando. No era notorio para los demas, pero por un momento me distraje.
-Eh, me parece ver a alguien en medio del mar. - Dije mientras prestaba la atención al seeq que, increiblemente, logro recojer el mar un poco. Se me vino a la mente una conversación que tuve con Damaku hace tiempo. No me corté y de inmediato le dije:
-Damaku... dime que no le tienes miedo a los tsunamis NO ME CONTESTES. - Le dije mientras una ola de mas de un metro emergía desde el mar, pero está era tan angosta que se podría cortar con un cuchillo. Instintivamente le dije a Sofía:
-Sofía... ¿No te importa mojarte... verdad? - Decía mientras esa angosta ola se acercaba.
-¡Sí! - Dijo ella mientras la ola parecía mas cerca.
-Pues prestame tu parasol un momento. - ODIO mojarme las escamas cuando me relajo en la arena, si aún no término de relajarme por completo.
-¡No! - Dijo mientras me entrego el parasol mientras trataba de cubrirme lo mas que podía. Se notaba que el que sea que estaba en el mar, estaba entrenando una habilidad. Solo esperaba que cierta persona no entrara en pánico.
Yango Razum
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Re: Un día de playa [3/3]
Yango trató de asustarme con el cuento del tsunami, lamentablemente él sabia que ese era mi gran miedo por una misión eventual que había realizado con él "¡Demonioss!" Me dije a mi mismo mientras los nervios y un poco de rabia recorrían mi cuerpo, pero no iba a caer tan fácil en ese truco. Me había enfrentado al propio amo de los mares en persona como para temerle a la ira de los mares... ¿O acaso aún seguía temiendo? Estaba confundido, pues, como dije antes, esta era una de las raras veces que me daba un gran descanso en una playa...
- ... Para tu información ya no le tengo miedo a los Tssunamiss...
Cuando escuché a Yango preguntarle a Sofía si no le importaba mojarse reaccioné volteando rápidamente para darme cuenta de que un seeq vikingo estaba entrenando para realizar una de sus grandes técnicas, "Tsunami". "Mi...er...da..." Solo podía hacer una cosa en una situación así:
- Um... Ssi me dissculpan iré a aquella palmera para recolectar cocoss y assí poder comerloss.
En cuestión de segundos me dirigí a una palmera alta y solitaria que estaba casi a la entrada de la playa, muy pero muy lejos del mar, con una gran velocidad y, estando en la cima de esta, alcé y moví mi brazo para saludar a todos.
- ¡Oigan! ¡Aquí hay muchos cocos!
- ... Para tu información ya no le tengo miedo a los Tssunamiss...
Cuando escuché a Yango preguntarle a Sofía si no le importaba mojarse reaccioné volteando rápidamente para darme cuenta de que un seeq vikingo estaba entrenando para realizar una de sus grandes técnicas, "Tsunami". "Mi...er...da..." Solo podía hacer una cosa en una situación así:
- Um... Ssi me dissculpan iré a aquella palmera para recolectar cocoss y assí poder comerloss.
En cuestión de segundos me dirigí a una palmera alta y solitaria que estaba casi a la entrada de la playa, muy pero muy lejos del mar, con una gran velocidad y, estando en la cima de esta, alcé y moví mi brazo para saludar a todos.
- ¡Oigan! ¡Aquí hay muchos cocos!
Damaku Lancelot
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