Tras la misión [Amalia]

por **Rygart King** Miér Nov 12, 2014 6:01 pm

Había sido una mañana/tarde muy agotadora, pero habría valido la pena, su misión fue cumplida y ahora tocaba recibir la recompensa, ya a su compañera por aquella ocasión le había entregado su parte por la ayuda prestada, por ende ahora no poseía ningún gil en sus bolsillos así que el completar su encargo le había caído como anillo al dedo. Tomó rumbo al bar a cobrar, estaba bastante animado pero a la vez cansado, al caminar arrastraba un tanto los píes y movía sus alas con precaución para no molestar a los demás transeúntes. Encontró una distanciaría enorme desde la entrada sur al bar, pero lo consiguió, abrió lentamente la puerta de aquel lugar y suspiro aliviado. Camino directo al posadero y entrego lo solicitado, así la contra-parte entrego la recompensa que no era mucha. Observo aquel lugar un poco, no había mucha gente aún, por lo cual decidió tomar algo, para celebrar aquella victoria. Se sentó en la barra y comenzó a hablar con el cantinero cuando unos guardias entraron alborotando un poco el lugar, sentándose en una de las mesas del segundo piso, y alardeando de varias cosas, él no prestó atención a esto y menos cuando comenzaron a burlarse de él, gritándole varias pesadeces. Al ver los guardias que eran ignorados, se acercaron a él dos de ellos, cada uno se puso a un costado, impidiendo que se moviera, el cantinero se fue de aquel sector a otro lado de la barra, mientras él continuaba soportando aquellas estupideces, suspirando de vez en cuando, no quería problemas para nada.

Después de unos minutos el grupo completo se sumo a los dos anteriores, haciendo más compleja la situación, pero él no se inmutaba, estaba acostumbrado a aquellos tratos y hacía oídos sordos, mientras esperaba con una vaga esperanza que algún guardia si es que había alguno cuerdo, los detuviera, ya que estaba empezando a aburrirse de la situación.

por **Amalia Abagnali** Miér Nov 12, 2014 9:28 pm

Mi turno había terminado y mis compañeros decidieron ir al Bar séptimo Cielo para ir en busca de refresco. Como estaba a cargo el día de hoy, debía llenar el informe y luego pasaría hasta el bar. Al terminar me encaminé hacia el bar, cansada y sedienta. Solo esperaba tomar y comer algo antes de ir a casa y pasar un rato agradable. Abrí la puerta del bar y vi a mis compañeros en el primer piso, eso me extrañó ya que siempre pedimos el segundo piso para no molestar a los demás clientes con nuestro presencia, entonces pude ver mejor, estaban rodeando a una persona. Comencé a acercarme de a poco y pude ver que se trataba de una Gría macho, algo muy raro ya que la mayoría son mujeres. Una vez escuché hablar a mi tío sobre ellos, los hombres eran llamados Egules o Egul en singular. Hasta en otras razas había discriminación. Me acerqué a ellos y posé mi mano en uno de los soldados, este se volteó y su cara se desfiguro.

- General de Brigada Abagnali. - me saludo al igual que todos los demás con su mano empuñada y llevada a su pecho.
- Ocurre algo malo?. - miré de reojos al Egul.
- No ocurre nada General de Brigada Abagnali. - dijo una de las soldados en el grupo.
- Entonces suban al segundo piso del bar y espérenme allí. - sonreí. Todos subieron rápidamente y se sentaron a esperar. Tomé asiento al lado del Egul y llamé a uno de los camareros. - lo mismo de siempre por favor. Y tú... - lo miré. - que tomarás?.

por **Rygart King** Dom Nov 16, 2014 1:58 pm

De verdad que estaba comenzando a molestarse, escuchando aquellos molestos insultos, llegando a las alturas de comenzar a empujarlo, sin duda se notaba que la paciencia se le acababa y el pobre vaso que sostenía con la mano izquierda a penas soportaba la presión que hacía él, pero luego una voz, para él algo angelical y su salvavidas. No esperaba a oír a la voz de una mujer, pero era lo mejor, ellas eran más compresivas, tolerantes y más estrictas que los hombres, no había porque ocultarlo. Suspiro aliviado y arreglo sus ropajes y movió suavemente sus alas, no quería estirarlas por completo, ya que era un lugar estrecho para ello y se acomodó nuevamente en aquella silla para escuchar algo sorprendido la voz de aquella mujer muy cerca de él e invitándole un trago, esto no era algo muy común en aquella ciudad, sonrió con suavidad y posó su mirada en las orbes ajenas y asintió con suavidad para mirar a su amigo el barman y decir más tranquilo

-Para mi una cerveza negra, ya sabes como hacerlo compañero- dijo algo más compuesto y volvió su mirada a su salvadora aclarando un poco su voz, ese día se había topado con dos mujeres algo poco común en su vida diaria -Gracias por lo de antes, no esperaba toparme con soldados tan poco... educados suspiro algo apenado, eso supuestamente se había terminado hace unos cuantos años, tras la gran guerra, pero en definitiva seguían con aquello, bueno tampoco era que su pueblo fuera muy común en zonas de hume pero que se le iba a hacer, seguro en unos más esto cambiaría por completo.

Tras esas palabras llego el barman con los pedidos y él bebió un poco de la espumaste cerveza y quedo mirando a su acompañante, aún no creía que ella llegara gusto a tiempo y le salvara el "pellejo" no era muy inteligente enfrentarse a los soldados en Rabanasta, se quedo unos momentos así solo observándola pera luego desviar la mirada hacía en frente -Bueno, pero no todos son así y nuevamente gracias por llegar a tiempo, no se como podría compensar tal ayuda-

por **Amalia Abagnali** Lun Nov 17, 2014 11:12 pm

Me agradecía el haberlo ayudado, realmente no había sido mucho lo que había hecho, solo colocar es su lugar a estos idiotas que aún no entendían la verdadera labor de un Guardia de Rabanasta.

- No te preocupes, nunca faltan los niñatos que creen que llevar una armadura los hace superiores a los demás y pues… para eso estoy yo, para recordarles que la armadura no es para ocuparla en tonterías. – Nuestros pedidos llegaron, realmente tenía mucha hambre, la guardia había sido agotadora y extenuante. – No te molesta que coma de inmediato?. Es que muero de hambre. – sonreí ya llevando el tenedor a mi boca.

Me sorprendía el no poder quitarle los ojos de encima, era muy parecido a un hume, pero sus alas eran realmente hermosas, lo que estaba haciendo era muy poco cortés. Moví mi vista hacia él y nuestras miradas se encontraron, rápidamente baje mi cabeza hacia mi plato y bebí un buen sorbo de jugo.

- Lo siento. – dije avergonzada y ruborizada.

por **Rygart King** Mar Nov 18, 2014 10:13 pm

Escucho atento las palabras de la joven y asintió, estaba en lo correcto, mucho se creían bastante solo por poseer la armadura puesta y eso hacía que la opinión generalizada de todos fuera mala, pero poco a poco aquello iría cambiando teniendo a altos rango como ella. Sonrió ante la petición de la joven y soltó una leve risa y la dejo, parecía hambrienta y no podía negarle nada a su salvadora.

Tras terminar de hablar posiciono su mirada en las botellas que poseía el barman tras la barra, eran variadas y con diferentes diseños, unos más llamativos que otros mientras sostenía su cerveza con la mano derecha, pero luego se sintió algo observado, pero no era de manera maliciosa por así decirlo, si no todo lo contrario, miro a su alrededor en una fugaz mirada, para luego fijar sus orbes en las de la joven, en la cual noto un rubor en sus mejillas a lo cual sonrió amplia-mente y rió con suavidad al notar lo apenada que estaba, a lo cual dejo la botella en el mesón y se giro un poco para poder mirarla de mejor manera y aclaro un poco su garganta

-No tienes que preocuparte, es la reacción normal entre los humes, y no me incomoda viniendo de una mujer tan hermosa como...- se acaricio un poco la barbilla y en ese momento se percato que aún no se presentaba, eso hizo que se avergonzara un poco y tocio algo apenado y movió un poco sus alas, dejando ver su nerviosismo -Creo que soy yo el que debe disculparse ya que no me he presentado, soy Rygart, un arqueólogo y caza-recompensa un placer conocerla...- estiro su mano derecha en forma de saludo y sonrió nuevamente, para con su mano izquierda arreglar un mechón de cabello algo rebelde.

por **Amalia Abagnali** Mar Nov 18, 2014 11:29 pm

Las palabras de muchacho hicieron que me ruborizara mas, continué tomando de mi jugo hasta dejarlo vacío, realmente me falta de cortesía, aunque para él ya fuese algo normal, había estado mal. Él se presentó, su nombre era Rygart, estiró su mano y yo posé la mía sobre la de él.

- Amalia, Amalia Abagnali. Sé que sabes mi apellido, pero preferiría que me llamases por mi nombre, ya que todo el día me llaman por mi apellido y es un poco agotador. - dije mientras rascaba mi mejilla con uno de mis dedos.

El Egul era muy bien parecido, sus alas negras eran hermosas y llamativas, pero no tan solo su apariencia era agraciada, si no también a lo que se dedicaba, "Arqueólogo". Debía ser algo muy interesante, ir a distintos lugares de Ivalice, descubrir como vivieron nuestros antepasados, que hacían, que cosas ocupaban, era demasiado intrigante.

- Debe ser muy interesante lo que haces, me refiero a que... - no podía encontrar las palabras exactas para describir aquello, mi vida se había convertido en algo monótono y poco interesante, sentía que me convertía en una marioneta. - Creo que el hecho de hacer algo tan interesante, me hará ver aburrida ante ti, mi trabajo como soldado no es tan apasionante como la tuya. Me gustaría saber más de lo que haces. - dije de forma poco agraciada, era la verdad y a lo que se dedicaba había llamado mi atención por completo.

por **Rygart King** Vie Nov 21, 2014 8:54 pm

Sonrió amplia-mente ante la presentación de ella y apretó suavemente la mano de la joven para luego soltarla y asentir positiva-mente con su cabeza y se quedo mirando el rostro de ella, se veía aún más linda con la tez de su piel rojiza. Tras ver que terminaba su presentación dijo brevemente -De acuerdo Amalia- Para luego continuar con aquella sonrisa por unos instantes para posteriormente desviar su mirada a su bebida, para volver a escuchar las voz de su acompañante y nuevamente cruzar la mirada con la de ella y poner atención a sus palabras, se notaba que su trabajo no era tan animoso por así decirlo, debe ser tedioso el cargo de general de brigada, el papeleo y eso, no era muy "motivador" pero el trabajo de él tampoco era tan "divertido" como ella lo describía, al ver que ella terminaba de hablar la miro fijamente por unos minutos y rió con suavidad, era algo un poco gracioso pero no lo hacía por falta de respeto si no salió de la nada, y dijo conteniendo un poco la risa

-Mi querida Amalia, no creas que nuestros trabajos sean tan diferentes, de hecho son bastante similares, si bien poseo ciertos momentos emocionantes como en tú caso cuando haces patrullas y te topas con cosas algo fuera de lo normal-guñó un ojo y continuo -El buscar algo que otros hicieron antes que nosotros es algo aburrido, ya que no es fácil de encontrar y luego el papeleo- suspiro algo molesto -El odiado papeleo, es lo más molesto, siendo yo arqueólogo no me gusta mucho escribir, por eso dejo que otros lo hagan- rió con suavidad y de forma rápida tomo la mano de la joven y la sostuvo con delicadeza -Si deseas saber más de lo que hago las palabras no serán suficientes, así que me dices cuando tengas algún día libre y te invitare a unas ruinas que debo visitar, así veras lo que hago y si posees suerte veras algo divertido- sonrió nuevamente y agito con lentitud la mano de ella, no es que él esperaba una negativa, solo que no se conformaría con un no, se notaba en sus ojos, aquel brillo y finalmente soltó aquella delicada mano y se volvió para tomar el último sorbo de su bebida y solicitar otro, era bastante resistente al alcohol y mientras esperaba la siguente ronda sijo con voz algo más calmada

-Creo que aún no es tarde para preguntar, ¿Cómo estuvo tú día Amalia?- volvió a mirar a su acompañante con una sonrisa dibujada en su rostro, esperando algo impaciente la respuesta de ella.

por **Amalia Abagnali** Lun Nov 24, 2014 3:56 pm

Podía ver que aquella persona era muy agradable, me aclaró que nuestro trabajos eran muy similares, pero aun así me fascinaba más el suyo. Le encontraba toda la razón en lo que respectaba a los papeleos, era tedioso, aburrido y siempre se repetían las mismas palabras y se hacían las mismas cosas. Rabanasta era una ciudad muy pacifica, así había sido por mucho tiempo desde el termino de la gran guerra, eso ya hace siglos. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el Egul,

- Mi día?, pues monótono, rondas, inspecciones, peleas fuera de bares, arresto... - suspiré. - pero debo hacerlo, postulo a ser guardia élite y poder proteger a los habitantes de Rabanasta que se encuentran fuera de los muros. Esa es mi meta momentánea, claro está, ese es mi primer paso para llegar a ser de la guardia magistral. - No me había dado cuenta, pero me había centrado todo hacia mi. - Y usted joven Rygart, como estuvo su día?. - El garzón se nos acercó y pedí otro vaso de jugo, mi boca se sentía seca.

por **Rygart King** Jue Nov 27, 2014 10:08 am

Quizás podría parecer algo irrespetuoso ya que ella estaba aún con su plato a medio comer, pero la situación estaba bastante agradable y decidió ponerse algo cómodo en lo posible, por lo cual poso su codo en la cubierta del mesón para luego reposar su cabeza en su mano mirando a la joven que se explayaba muy bien, atento a cada una de sus palabras y gestos que ella realizaba, le sorprendió un poco las metas que ella mencionaba, ahora él se sentía algo mal, ya que aún no poseía metas clara solo seguía la vida como se le daba, bien o mal, solo sobrevivía.

Bebió otro sorbo de su bebida para luego escuchar la pregunta de ella, no pudo evitar reír cuando escucho que le decía "joven" hacía muchos años ya que no le decían de aquella forma, si bien su apariencia es la de un joven normal, unas cuantas décadas reposaban en sus hombros. Le miro a sus orbes y sonrió ampliamente

-Deja eso de joven de lado que ya no me sienta Amalia- dijo en tono amable y miro a la vitrina donde se exhibían los licores -Mi día fue bastante particular, como te dije también soy caza-fortuna o recompensa, pero no de los común y corrientes, bueno eso es aparte, me tope con una mujer Mandel es su nombre, me ayudo a acabar con un monstruo algo desagradable que molestaba a una villa cercana, los cuales fueron amables conmigo y como la recompensa era poco nadie aceptaba la misión- sonrió y volvió la mirada a su acompañante -Luego tras terminar me tomo con una hermosa guardiana de Rabanaste que me salvo la vida, creo que fue un día memorable y sobre todo el final- tomó su bebida e hizo un gesto para de brindis con el jugo de ella -Salud por mi salvado y bella acompañante, que cumplirá sus metas de llegar a lo más alto en la milicia de Rabanasta- al terminar y chocar sus vasos, bebió el último sorbo de aquella bebida y dejar el vaso vacío y volvió a mirar a la joven -Si no es mucha mi indiscreción, ¿Después de esto que haras?- pregunto algo intrigado, no sabía bien, pero le interesaba aquella respuesta.

por **Amalia Abagnali** Jue Nov 27, 2014 7:33 pm

Rygart me había dejado en claro que era un poco mayorcito para tratarlo de joven. Me asombré al saber aquello, pues realmente se veía muy bien para lo que él decía.
había terminado una misión hace poco con una chica, me llamaba la curiosidad del nombre de aquella muchacha, pues se me hacia conocido aunque no recuerdo el porqué. Luego de ello me preguntó algo que me hizo quedar boquiabierta.

- Pues, no tengo nada que hacer. Pensaba ir a entrenar a la academia, pero lo hice ayer... - inhalé un buen poco de aire, mi boca estaba seca. Con mi mano recogí parte de mi cabello y lo coloqué detrás de mi oreja. - ...no creo que sea necesario hacerlo de nuevo, así que... no tengo nada que hacer. - Me había puesto nerviosa, realmente mi relación con el sexo opuesto era distinta ya que era su superior. Mi roce social no era muy activo y solo convivía con los guardias y en casa solo vivía con mi tío, a quien no lo veía muy a menudo, me había dedicado 100% a mi trabajo y había dejado de lado toda relación que no fuera formal ante mis superiores y soldados a mi cargo. Le sonreí tímidamente, estaba tratando conmigo de una manera la cual hace mucho no lo hacían y literalmente había perdido la practica de como entablar una conversación ordinaria y llevar una situación del mismo sentido, me sentía estúpida.

por **Rygart King** Jue Dic 04, 2014 10:14 pm

La miro atento y con una agradable sonrisa en el rostro, la cual se había dibujado de forma natural, le fascinaba escucharla aunque fuera por unos pocos minutos, aquello no le pasaba frecuentemente, para no decir que nunca, era la bebida, no, estaba acostumbrado a aquello, algo no encajaba pero le agradaba. En cuando noto que ella acomodaba un mechón de su cabello se percato de lo nerviosa que estaba, eso hizo que sonriera aún más, le parecía hermosa en cuanto escucho que no poseía ningún plan la noche le estaba sonriendo, su suerte no podía ser mejor, giro en su asiento como un niño pequeño, teniendo cuidado con sus alas para que estas no causaran alboroto alguno y la miro nuevamente

-Bien bien querida Amalia, entonces le gustaría salir a dar un paseo nocturno con este ser, sería grandioso compartir la velada con tan hermosa compañía aunque claro una vez termine de comer y que vuelva a tranquilizar a esos sujetos

Con un suspiro algo desagradable señalo en dirección al segundo piso, donde aquellos soldados se habían pasado de copas y estabas causando un alboroto nuevamente, no quería involucrarse en aquello, perfectamente podría detenerlos, pero eso requería fuerza bruta, eso sería estúpido y acarraría muchos problemas posteriores, noqueaba más remedio que dejarlo en manos de ella

-Aunque debo ser franco en que no me gusta dejarte esas cosas, no parecen lucidos, cualquier cosa estaré viendo de aquí, no me gustaría que te dañaran...- Se quedo callado, no había necesidad de decir esas últimas palabras, giro nuevamente y tomo aquel vaso vacío y bebí "aire" ahora él estaba nervioso.

Off rol::

por **Amalia Abagnali** Dom Dic 07, 2014 6:56 pm

Al parecer mi respuesta le había causado agrado y al anochecer tendríamos nuestra salida. No sabía bien que hacía, me sentía extraña, pero me agradaba lo que estaba ocurriendo, era una faceta de mi completamente distinta y me agradaba. Tomé lo que era mi último sorbo de jugo, puesto que mi boca se encontraba demasiada seca. Los soldados que me aguardaban en el segundo piso del bar se encontraban algo intranquilos y Rygart se percató de aquello a lo que me pidió ir a calmarlos.

- Claro que lo haré, pero antes no me levantaré de la mesa sin hayas terminado de comer, sería demasiado mal educada para ello. - Sonreí y le pedí otro vaso de jugo al camarero, todo esto me había dado una sed tremenda.

Mientras él comía pensaba en que colocarme, mi ropa de civil no era muy variada y los vestidos que poseía eran muy parecidos. Luego pensé en mi tío, no creía que le incomodase el hecho de que saliese y llegara mas tarde de lo habitual, además nunca me decía nada. Trataría de disfrutar aquella salida, creo que me lo merecía por trabajar tanto y hacer tanto esfuerzo en tratar de educar a esos soldadillos a mi cargo. Estaba un poco ansiosa y quería que llegase la noche pronto.

por **Rygart King** Mar Dic 09, 2014 9:03 pm

Tras tanta conversación no había notado que el camarero le había puesto un plato de comida, eso lo sorprendió un poco, ¿cuando había llegado allí? su cara lo reflejaba y en ese momento sus tripas se hicieron escuchar, tocio un poco y luego tomo los servicios para comenzar a comer, no tan rápido para no parecer mal educado, estaba delicioso aquel platillo, miro de reojo a la joven, para luego tragar y limpiarse la boca con una servilleta y mirarla nuevamente.

-Creo que ya esta, por ahora es todo, solo volveré a beber un poco

Sonrió amplia-mente y comenzó a pensar en que haría en la noche, aquella propuesta había salido de la nada, de forma espontanea, ahora no sabía bien donde ir, varios lugares le llegaban a su mente pero no podía decidirse por cual, ella era muy hermosa, cada momento que pasaba lo notaba aún más, sonreía torpemente para luego volver hundirse en sus pensamientos, agito levemente sus alas, para luego comenzar a jugar con una servilleta, haciendo diferentes figuras esperando que Amalia terminara de hacer aquellos "deberes", suspiro suavemente aún inmerso en sus pensamientos, no se había decidido de que hacer luego, aquello le estaba molestando un poco.

por **Amalia Abagnali** Jue Dic 11, 2014 12:01 pm

Rygart comía y yo pensaba en mi ropa. Luego de terminar aquel plato, bebió. Ya era hora de ir a calmar a aquellos bulliciosos en el segundo piso del bar. Definitivamente les faltaba demasiado para poder llegar a ser unos buenos soldados. Sin más, me levanté de la mesa, excusándome.

- Bueno, iré a domar a esas bestias allá arriba. Dime donde nos juntaremos y a que hora para esperarte. - sonreí.

La verdad estaba muy nerviosa, Rabanasta era un lugar hermoso y cualquier lugar en el seria un buen lugar para salir con alguien, aunque mi lugar favorito se encuentra fuera de la ciudad. Me preguntaba como sería una salida de esta clase, pues no quería echar a perder esto. Si mi tío se encontraba en casa, de seguro me preguntaría que hacía, al verme con ropa de civil, sabe que todos mis días libres me dirijo a la academia a entrenar y a pulir mis habilidades, creo que sería un momento incomodo.

Rygart!:

por **Rygart King** Sáb Dic 13, 2014 8:02 pm

No sabía que responder ante aquello, la verdad no lo había pensado muy bien, por ello se rasco un poco la barbilla haciéndola esperar un poco, realmente no se le venía nada a la cabeza, era algo raro nunca se había quedado sin palabras, por lo cual suspiro y la miro a sus ojos

-Cuando termines de domar a aquellos sujetos te digo la respuesta yo me quedare unos minutos más pensando en el lugar al cual dirigirnos-

Debía ser sincero, con aquello, sonrió amplia-mente y la despidió moviendo su mano derecha aunque claro la vería en unos minutos más.
Al ver que ella se retiraba se giro al mesero y suspiro comenzando a hablar en voz baja

Me tienes que ayudar, no se donde llevarla realmente suspiro y miro a la cara al mesero el cual rió ante aquello Vamos, de seguro sabes donde llevar a una chica linda, con esa facha de seguro la tienes fácil y mira a quien has conquistado, una dificl al escuchar aquellas palabras golpeo la barra con el puño cerrado con algo de fuerza, se había molestado un poco No te refieras a ella así, seras mi amigo pero no permitiré que la trates así, y sabes bien que no soy aquello que dices volvió a calmarse al notar la cara de susto del mesero el cual se disculpo por aquello y volvió a lo suyo mientras hablaba Bueno bueno, hay varias opciones pero el lago macalania podría ser la mejor, se ve estupendo en esta época del año, luego no digas que no te ayudo eh Aquella respuesta le había gustado bastante, era una de las alternativas que había manejado, pero que alguien con "experiencia" en salidas con chicas se la dijera, le aseguraba que fuera lo mejor.

Sonrió y espero a que ella llegara, vio como el mesero se alejaba y comenzó a silbar una suave melodía, feliz porque el lugar estaba desidido, pero luego se miro al espejo y noto que sus ropas estaba algo estropeadas, era de esperarse ya que la misión fue algo sucia, en ese momento otra preocupación le vino a la mente, que se pondría para salir, las únicas prendas que tenían eran algo feas, solo de trabajo, muy cómodas pero no eran para salir con chicas, eso era un problema grande, ahora debía pensar en donde conseguir la vestimenta, en eso un pensamiento cruzo por su mente "Que difícil son las salidas".

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Tras la misión [Amalia]

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