Una noche...interesante

Era mi primera vez en un bar desde hacia tres años, y ahora, con quince años de edad, veía cosas completamente distintas de las que observaba cuando era menor ¿O acaso era solo mi punto de vista el que había cambiado? No podía encontrar la respuesta, mas bien, no quería encontrarla. Me mortificaba a mi mismo, sentado en una mesa del bar 7º Cielo, por estar pensando ese tipo de cosas mientras los "amigos" que me habían invitado recorrían el lugar buscándose una chica. Amargado como estaba por no haber previsto esta situación, imaginaba las distintas formas de fracaso que encontrarían cuando se cruzaran con alguna, mientras le daba pequeños sorbos a un vaso con un saludable jugo de naranja.
-Que deprimente...¿Que clase de fracasado se queda sentado en la mesa mientras las personas con las que vino festejan a su costa? O claro, YO. -La amargura en mi murmuro no hace mas que provocarme un suspiro de resignación.
Pasados unos minutos, mi vaso se encuentra vació y yo aburrido, por lo que me levanto de la mesa y empiezo a caminar hacia la salida. Pero cuando me doy la vuelta en una esquina, me choco accidentalmente con una persona que pasaba por allí. Maldiciéndome una y otra vez por mi descuido, levanto la mano en señal de disculpa.
-Disculpa, no estaba prestando atención...

Era una noche tranquila, estaba usando mi vestido azul ajustado y ya me habia acostumbrado un poco a la ciudad, por lo que podia salir a caminar tranquilamente sin perderme, en la tarde habia escuchado que habia un bar llamado ´7mo cielo´, en el cual se reunian muchas personas, y que probablemente seria un buen lugar para recolectar informacion acerca del paradero de mi madre.

Habia estado pidiendo direcciones por los ultimos 15 minutos. "Al fin tengo la direccion exacta, porque es tan complicado andar en la ciudad" Pense.

-Al fin! Dije al encontrarme frente al bar con un gran letrero diciendo ´7° Cielo´, procedi a entrar en aquel desconocido lugar, habia muchas personas, no sabia por donde empezar. Segui caminando sin fijarme cuando voy a doblar en una esquina y... ¡PAF! choco con alguien, me pongo la mano en la cara por el choque.

-Disculpa, no estaba prestando atención... Dijo, una voz masculina frente a mi, "Debe ser la persona con la cual choque", pense.

- No, disculpame a mi, no estab mirando por donde hiba, lo siento...

Sonrio lastimosamente al ver que golpee en la cabeza a una chica. Me sonrojo al ver que ella se disculpa y sacudo la cabeza en negación a su disculpa.

-Fue culpa mia, estaba de mal humor y caminaba sin mirar.- Un repentino recuerdo del Jardin de Balamb me hizo recordar cuando aprendimos sobre los modales, y pense que seria un buen momento para implementarlos, intentando reparar la incomoda situación- Dejame invitarte algo para tomar, y si no es posible dejame hacer algo para reparar mi descuido- Inclino la cabeza levemente y examino a la chica con una mirada amistosa.

Me sobo la cabeza un poco antes d equitar la mano y abrir lo ojos, ante mi aparece un chico rubio de ojos azules, que sigue disculpandose.

-Fue culpa mia, estaba de mal humor y caminaba sin mirar.- Me dice a lo que muevo la cabeza de un lado a otro - No te preocupes, por favor, tambien fue mi culpa por no fijarme.

Le extiendo una pequeña y cordial sonrisa para dejarle ver que estaba todo bien, a lo que el continua.

- Dejame invitarte algo para tomar, y si no es posible dejame hacer algo para reparar mi descuido-

No estoy segura de aceptar su invitacion, no lo conosco, y aunque parece amable no se si puedo confiar en el. "He tenido bastante suerte al conocer gente amable desde que llegue a la ciudad, puede que esta no sea la excepción, y si el puede ayudarme a consguir informacion sobre mi madre, o si el sabe algo puede ser bueno" pense detenidamente por uno momento antes de contestarle.

- Acepto tu invitacion a tomar algo, a todo esto, me llamo Emmarissa, y tu?.

Sonrio aliviado al ver que acepta mi invitación y que parece una buena persona.

- Acepto tu invitación a tomar algo, a todo esto, me llamo Emmarissa, y tu?.

- Mi nombre es Antígono, un gusto en conocerte Emmarissa.- Hago una pequeña reverencia y la miro, aun sonriente a los ojos -Vamos, busquemos un lugar tranquilo para conversar y tomar algo.-

Le hago a Emma una señal para que me siga y comienzo a caminar entre el gentío hasta una mesa en el fondo del bar. El lugar estaba bien iluminado y era muy espacioso, pero estaba casi desierto por alguna extraña razón.

¿Que quieres tomar?- Pregunto mientras me acomodo en la mesa.

<<Así que este es el famoso lugar, para mi gusto necesita más clase ¿Por qué mi abuelo querría que viniese aquí?>>

A mi parecer era un sitio lúgubre para ser el mejor Bar de toda Rabanasta, la luz era tenue y algunos focos semi fundidos parpadeaban, aunque ya había gente encargándose de ello, aunque probablemente el sitio si tenía iluminación pero mis ojos siempre fueron "demasiado sensibles". El humo de cigarrillos volvía más denso y pesado el ambiente que se sentía, acompañado de música Jazz y Rock and Roll; esas melodías eran lo único que disfrutaba del sitio, y creo que de no ser por ellas y por una gran fuerza de voluntad, habría vomitado ahí mismo. Aunque algo de la descripción del sitio no mentía, en ese lugar no existían las etiquetas. Ricos, pobres, aventureros, eruditos, afortunados y fracasados convivían como hermanos, con las mismas peleas que ser hermanos conlleva. Mientras giraba mi cabeza alrededor me percate de dos caras y cabellos similares.
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<<¿Serán? No puede ser y... ¿Si en verdad son? ¿Me recordaran? No eso es tampoco posible, no después de lo que hizo el lado Obscuro del Tiempo, "El De Mirada Demoniaca">>

Si mis ojos no me engañaban por culpa del humo y la luz del lugar. Eran Emmarisa y Antígono. Necesitaba entablar conversación con ellos, quizá pudiera recuperar su memoria.

<<Pero si eso fallase... podría generar conflictos y nunca fui bueno empezando una conversación>>

Opté por tomar un asiento cercano a su mesa, quizá llegase a escuchar algo que me ayudase. Pero olvidé un punto importante sobre el espionaje en un bar (y cualquier otro tipo de espionaje): Debes parecer natural, mezclarte en el entorno. Y yo no pedí ninguna bebida, simplemente me acomode cerca.

- Mi nombre es Antígono, un gusto en conocerte Emmarissa.-

"Una persona con buenos modales, y realmente parece agradable" Pense, yo podia haber sido criada en una cabaña en el desierto pero, mi madre siempre me enseño modales, le sonrei en respuesta.

-Vamos, busquemos un lugar tranquilo para conversar y tomar algo.- Asenti con la cabeza en respuesta a su propuesta, lo segui por el bar, al aprecer el se ubicaba mucho mejor que yo dentro de este.

Nos dirijimos a una mesa en el fondo del bar, bien iluminado y con un buen espacio y mas vacio que el el resto, se veia como un lugar tranquilo y bueno para conversar.

Me siento en una silla frente a el, em arreglo el cabello un poco con las manos que de seguro se movio un poco. "No se que decir, ahora, es la primera vez que estoy en un lugar asi" Pense, pero afortunadamente una pregunta de Antigono me salvo de un silencio incomodo.

-¿Que quieres tomar?- Me pregunta, y quedo pensando por un momento, un jugo estaria bien, pero de la nada recuerdo un trago que a mi madre le encantaba preparar y nunca me dejaba tomar, una pequeña sonrisa aparecio en mi rostro.

- Un ´Laguna Azul´, si se puede. Le dije, recordando el momento en el que mi madre me dijo el nombre del trago.

Miro extrañado a la chica por el nombre peculiar del trago, aunque debía admitir que sonaba tentador. Sonreí y asentí con la cabeza.

-Por supuesto, en cuanto venga el mesero le pediré que nos tome la orden, ¿O prefieres ir a buscar las bebidas a la barra?- La miro a los ojos profundamente mientras hablo, una antigua costumbre mía que casi siempre me traia problemas.

Repentinamente y antes de que Emmarissa pudiera contestarme, siento que una mirada se clavaba en mi nuca, estudiándome a mi y a mi acompañante. No me era una sensacion desconocida, pero nunca era agradable. Aun asi, mantuve la compostura y no cambie de ninguna manera mi lenguaje corporal. Esperaria a ver cuales eran las intenciones del observador antes de tomar una accion drastica. Despues de todo, ¿Que clase de hombre comienza un conflicto cuando es acompañado por una dama? Si ese observador tenia intenciones agresivas, no seria yo quien empezara a agredir.

Esta vez estaba seguro que eran ellos. Los vigilaba, las emociones me habían consumido. Ahora casi no disimulaba que los estaba observando, escuchando, analizando cada uno de sus movimientos, pensando a la vez una manera efectiva de acercarme sin llegar a ningún resultado.

<<Tienen una conversación normal. ¿Será que ellos si se recuerdan? Entonces puede que me reconozcan, pero...>>

Una vez más, el hecho de recuperar algo perdido me enceguecía. Necesitaba estar aún más cerca, asimilar perfectamente sus voces, sus expresiones y sus olores. En eso pensé la técnica infalible para saber si aún quedaba un poco de viento de aquella noche en ellos.

-Mírales directamente a los ojos, Leonard.

Me dije sin percatarme y arrastre mi silla aún más cerca de ellos, generando un ruído chillido despues de mi voz. Eso y el hecho de que no me comportaba como alguien común en un bar (con el cuerpo tenso, respiración rápida y sin bebida en mano) habría develado al menos que mis intenciones no eran normales. Sin embargo, me tranquilizaba el hecho de que sólo alguien con un oído muy fino me podría haber escuchado...

Cuando menciono el trago, pone cara de extrañado, "sera muy raro, pedir algo asi?" Pense, por un momento, "Talvez piense que soy rara", le di vuelta a esos pensamientos, hasta que hablo nuevamente.

-Por supuesto, en cuanto venga el mesero le pediré que nos tome la orden, ¿O prefieres ir a buscar las bebidas a la barra?- y me mira directamente a los ojos, siento como si su presencia se posara sobre mi con esa mirada y no puedo evitar retroceder mi cabeza un poco y finalmente desviar mi mirada.

- Estoy bien con esperar a que nos tomen la orden, tu que vas a pedir? Le pregunte para hacer algo de conversacion y esprando que no me siga mirando asi, antes de pasar a puntos mas importantes.

Hiba a continuar la conversacion, cuando el chirrido de una silla arrastrandose. El sonido me produjo un escalofrio, y temble.

Mire en la direccion del ruido y vi un par de ojos mirandome, mas intensamente que los de Antigono, no se quien era esa persona que nos miraba, pero su mirada me inquietaba un poco, como si ya la hubiera sentido antes, como si estubiera buscando algo en mi.

"Porque todo el mundo me mira tan intensamente hoy, sera el vestido?" Pense quitando la mirada de aquel extraño que habia provocado el chirrido. "Alto, si mal no recuerdo, esa persona extraña no se encontraba mas alejada?" sentia que su mirada se acercaba mas y mas, y no era un sentimiento agradable.

Aparte la mirada de ambos y mire hacia las paredes, buscando algo de decoracion que pudiese retener mi mirada.

Me doy cuenta de como escapas de mi mirada y me maldigo a mi mismo por siempre hacer la misma estupidez. Un leve sonrojo crece en mis mejillas.

- Estoy bien con esperar a que nos tomen la orden, tu que vas a pedir? Pregunta la vira, respondiendo a la pregunta algo incomoda.

Estaba por contestar cuando escucho un chirrido a mis espaldas. Sabia que se trataba de la misma precensia que antes, y la presion de su mirada caia ahora sobre Emmalissa. Cansado de eso, y molesto conmigo mismo aun por haberla puesta incomoda, suspiro y me giro en mi asiento, encarando al extraño chico. Cuando enfoco mi mirada en el, tengo la extraña sensacion de haberlo conocido antes, pero no podia ser. Es decir, tenia mala memoria, pero no era para tanto.

-¿Necesita algo caballero? ¿O se contenta solo con observar a la señorita?- Pregunto irritado dandome la vuelta. Yo no solia ser asi de agresivo, pero ese dia me sentia especialmente de mal humor, principalmente y como de costumbre, conmigo mismo. Clave mi mirada en sus ojos, esperando una respuesta.

Cuando imaginé que por fin obtendría algo ocurre aquello que debía ocurrirme. Primero Emmarisa me mira, lo noto, pero no dispongo del tiempo suficiente para analizar su alma en busca de memorias y luego llega la clase jugarreta de la vida. Antígono voltea de manera inesperada

-¿Necesita algo caballero? ¿O se contenta solo con observar a la señorita?-

Escucho su voz, y su mirada se clava sobre mí igual que su espada cuando pelea.

<<Ya te habías tardado "Vida">>

Pienso por instinto y no me doy lujo de pensar en nada más. Un clásica respuesta de "matón de Bar" habría bastado, pero me puse bastante nervioso.  Pensé en atacarle, esa era la forma en que normalmente iniciaba amistades. Pero las situación no era la de aquellas veces. El tiempo pasaba y me veía obligado responder. Error, debí permanecer callado y excavar en su alma. Más no estaba concentrado para ello. Notando que el enojo en Antígono crecía dije alto y apresuradamente:

-¡¡¡Un "Laguna Azul", Romeo!!!

Llamando así la atención de algunos sujetos en el bar y delatando que les había escuchado.

<<Tierra tragame y regresales la memoria>>

Pensé. Ojalá todo fuese así de sencillo...

Me mantenia observando las paredes, esperando que no se notara mucho mi forma de reaccionar, cuando me percato de un movimiento en frente mio, Antigono se hbaia dado vuelta para encarar a aquel observador, trate de quitar la vista nuevamente, pero sus palabras me retuvieron.

-¿Necesita algo caballero? ¿O se contenta solo con observar a la señorita?-

Sus palabras me obligan a observar la situacion, al parecer estaba tratando de defenderme, o no se, aun me costaba entender ciertas interacciones.

Antigono sigue observando a nuestro observador, y lo miro tambien esperando a saber cual sera su respuesta, y no puedo evitar sentir que ya lo habia visto antes en alguna parte, otras personas en el bar se voltena hacia nosotros tres, con intencion de saber que esta ocurriendo, los  miro por un momento, son cada vez mas los que se dan vuelta.

-¡¡¡Un "Laguna Azul", Romeo!!! Grita practicamente el observador, y practicamente ahora todos en el bar nos estan mirando, miradas de curiosidad, no sabia cual era su intencion pero hoy no tenia ganas de verme envuelta en algun combate.

Me levanto, arrastrando mi silla en el proceso, esperando que el chirrido llame la atencion de al menos Antigono y el observador, pongo mi mano en el hombro de Antigono, - Tranquilo, le digo mientras paso a su lado y me acerco mas a nuestro observador.

- No se quien seas, pero al parecer nos has estado observando y escuchando nuestra conversacion, no se que es lo que quieres de mi, pero no estoy de animos para verme envuelta en una escena y menos en una pelea. Hablo tranquila, pero decididamente, y Termino mirando a todos aquellos curiosos que se acercaron, y a aquellos que se estaban preparando por si saltaba una pelea.

Y al parecer funciona porque varios se dan media vuelta y vuelven a sus mesas, por lo que vuelvo a posar mi mirada en el observador.

- Ahora, si fueras tan amable de explicar tu comportamiento, estaria muy agradecida.

Respiro profunda al escuchar las palabras de Emmarissa, que me sugeria que me calmara. Razonando todo, ella tenia razon, no habia necesidad de ser violento, aunque en cualquier caso no queria llegar a una conclusion violenta. Observo mas detenidamente a nuestro observador, todo confuso por lo que habia dicho. ¿"Un "Laguna Azul", Romeo"? ¿De donde habia salido este tipo. En fin, mirando sus ojos, pude detectar cierto atisbo de anelo, como si esperara algo de nosotros. Esos ojos se me hacian familiares, los conocia de algun lugar, pero no sabia de donde... Decidi una vez mas ser directo, aunque esta vez menos violento.

- Tienes razon Emmarissa, gracias. Y en cuanto a ti, extraño, ¿Que deseas? Puedo sentir que necesitas algo de nosotros, y tu mirada revela un anelo, mas no veo agresion en ella. ¿Quien eres?-

Cuando imaginaba que la situación se había salido de control, con las miradas de todos tal fueran puñales en mi espalda, en mi cuello y en mi cabeza; Emmarisa y Antígono lograron restablecer la calma. La tensión disminuye y todos regresan "a lo suyo" a excepción de quizá dos o tres curiosos que así hubiéramos hecho un escándalo o no, nos habrían devorado con la mirada, pues era esa ya su última y única manera de diversión en la vida. Alguna vez imaginé mi piel en la de ellos. Sin embargo, a pesar de estar todo de vuelto a la normalidad, era la "normalidad" de ese sitio lo que aún me mantenía con la sangre hirviendo, era eso y el pensar:

<<Esta puede ser tu única oportunidad. Cuida tus movimientos>>

No tenía esa clase de ideas, o al menos no con la seriedad que las tomaba en ese momento, desde el asesinato de Gisela o mi enfrentamiento con las arañas. Quizá porque desde entonces nada me había sido igual de importante. Una vez más, jugaba por recuperar mi vida junto a la vida de alguien. Las palabras de Antígono, a pesar de tratar de ayudar a tranquilizarme sólo hicieron poner un conteo en mi cabeza.

- Tienes razon Emmarissa, gracias. Y en cuanto a ti, extraño, ¿Que deseas? Puedo sentir que necesitas algo de nosotros, y tu mirada revela un anelo, mas no veo agresion en ella. ¿Quien eres?-

<<Tienes diez para contestar algo. Nueve... Ocho... Siete...>>

Acompañado de estos pensares miraba el reloj de la pared que había acelerado su segundero. No pude evitar que una gota de sudor se deslizara por el lateral de mi cabeza. Trague saliva.

<<¡Es ahora o nunca, Leonard ¡Di algo!>>

-¡¡Hola Romeo!!

<<¡Leonard Idiota! ¡Él no recuerda que le llamas así!>>

-¡¡¡Quise decir Antígono!!!

<<Bravo Leonard. Ahora te pregunto ¿En que momento escuchaste o te dijo su nombre?>>

Por reflejo instantáneo me golpee la cara con la palma de la mano y dije con los dientes apretados.

-"Mente", en vez de torturarme deberías ayudarme.

- Tienes razon Emmarissa, gracias. Y en cuanto a ti, extraño, ¿Que deseas? Puedo sentir que necesitas algo de nosotros, y tu mirada revela un anelo, mas no veo agresion en ella. ¿Quien eres?-

Miro a nuestro observador, mientras Antigono se pone a mi lado para encararlo tambien.

-¡¡Hola Romeo!! por alguna razon la palabra Romeo me queda resonando en la cabeza, como si lo hubiera escuchado antes, pero me parecia muy, muy lejano.

Levanto una ceja en desconcierto, era bastante extraño, pero no parecia que tuviera intenciones de atacarnos, sus ojos, no mostraban intencion de luchar, en cambio, se veia como si estuviera buscando algo.

-"Mente", en vez de torturarme deberías ayudarme. Dijo luego de golpearse la cara.

Suelto un suspiro, "Espero no equivocarme" Pense, y me agache para quedar frente a el y mirarlo directamente a los ojos.

- Relajate, tranquilizate, respira profundamente, luego piensa lo que quieres decir, y despues de todo eso, nos dices de que es lo que necesitas.

Hable con una voz calmada y una tranquila expresion, para ayudarlo a relajarse.

- Relajate, tranquilizate, respira profundamente, luego piensa lo que quieres decir, y despues de todo eso, nos dices de que es lo que necesitas.

<<¿Qué?!>>

Era la voz de Emmarissa, de una forma serena, tranquila, tratando de enviarme esos sentimientos. Removí mi mano de la cara y pude observar que me miraba fijamente a los ojos.

<<¡Gracias Emmarissa!>>

Inmediatamente siguió la voz de Antígono:

-Hazle caso a Emma, tranquilizate, piensa lo que diras, y no me vuelvas a llamar Romeo. Trata de decir un oración concisa.

<<Te haré caso Romeo. Excepto en la parte de "Romeo">>

Regrese la mirada a Emmarissa, pero más que eso. En un ágil movimiento acerque mis ojos a los suyos a no más de una distancia de veinte centímetros. Casi respiro su mismo aire. Más me concentraba en sus ojos, en su alma. La analizaba buscando mis rastros.

-Lo veo.

Dije y al igual que una serpiente me arrastre para hacer de forma rápida y brusca lo mismo con Antígono. Con el permanecí más tiempo en esa "incomoda" posición. Aunque en realidad ignoraba cualquier factor externo. Ignoraba el como reacciono, si reacciono o dijo algo. Lo mismo con Emmarissa. Sólo me concentraba en sentir su alma. Era demasiado brillante, y sin embargo fue más fácil "hallarme".

-¡Eso es, Romeo!

Grité, olvidando que seguía invadiendo su espacio personal. Con movimientos más curvos que rectos, de ámbitos singulares procedí a reincorporarme y alejarme hasta una distancia "amena". Comencé a caminar de izquierda a derecha y viceversa con la mano sosteniendo mi mentón y mi ojos mirando al suelo.

-¿Cómo haré que recuerden?

Balbuceaba una y otra vez mientras alzaba poco a poco la voz. La verdad, aunque hubiese vestigios de lo vívido no tenía un método de hipnosis o regresión mental a la mano, y tampoco es que supiera aplicarlos. Lo único que podía hacer era hablar de ello pero primero debía asegurarme que confiaran en mí, que lo que estaba a punto de decir no era mentira. Sin más me detuve en seco y haciendo ademanes recité.

-Veo que sigues buscando a tu madre, Emmarissa. Y tú Antígono procuras mantener firme el honor que te enseño tu padre.

Despues de hacer mi "show". Esperando una victoria del mismo, cerré mis ojos e hice una mueca en expresión de triunfo. Quizá debí analizar dos veces el consejo de Antígono y pensar muy bien antes de hablar. Pero las cartas estaban echadas...

-Lo veo., -¡Eso es, Romeo!

Seguia soltando frases cortas, como si se respondiera a si mismo, algo no muy raro, salvo que lo hacia en voz alta, incluso yo me hablo a mi misma varias veces, pero en una conversacion mas "Interna" me respondo a mi misma, y no pude evitar sonreir levemente ante mi propio debate mental.

-¿Cómo haré que recuerden?

Esas palabras, como sospechaba, entre ese sentimiento de haberlo visto antes y su forma de habalr y de saber nuestros nombres, ese sobrenombre que le dice a antigono, es como si de verdad nos conocieramos de antes, "pero porque no lo recuerdo? porque no recuerdo anda de el?" Pense, "talvez este tratando de jugar con nosotros?" pero no lo parecia.

-Veo que sigues buscando a tu madre, Emmarissa. Y tú Antígono procuras mantener firme el honor que te enseño tu padre.

No alcance a escuchar lo ultimo, mi mente se detuvo en lo primero que dijo, que aun buscaba a mi madre, como sabria el algo asi? estaba jugando conmigo? vino a burlarse de mi?, un impulso de enojo se apodero de mi y de la nada lo tome de la mandibula con un agarre fuerte y con la fuerza de mi levantandome y el peso de mi cuerpo puse su cabeza sobre la mesa.

- QUE SABES DE MI MADRE!!! Grite enojada, senti movimiento, la gente del bar me miraba fijamente, y se acercaban, y mire a nuestro observador, "Pero si el sabia que busco a mi amdre y de verdad nos conocia de antes, puede que yo le hubiese dicho eso" Logre pensar y me di cuenta de que habia hecho, lo solte rapidamente y retrocedi varios pasos.

- Lo siento, lo siento mucho no era mi intencion.

El chico seguia soltando frases vagas y sin sentido, y yo lo miraba confuso mientras seguia soltando cosas sin sentido. Hasta que de golpe dijo algo sobre la madre de Emmarissa y luego sobre el honor que me enseño mi padre, sin mencionar que dijo mi nombre. Me puse en tension y lo mire firmemente a los ojos, tratando de decifrar en estos algun signo que me permitiera ver de donde lo conocia, pero mi concentracion desaparecio tras un breve ataque de ira de Emmarissa, que ocasiono que todas las miradas del lugar se dirigieran al lugar. Curiosamente, lo que mas me preocupaba era si las personas con las que habia venido me estarian viendo, y si le contarian a los demas en Balamb Garden lo sucedido, pero no podia concentrarme en eso ahora.

--Responde, rapido. ¿Quien demonios eres? ¿De donde te conocemos? Y por la corriente vital, ¿Porque me sigues llamando Romeo?- Lo acose con estas preguntas de forma firme una vez que Emmarissa lo solto y se disculpo. No desvie mi mirada de el ni por un momento, tratando de ver en su lenguaje corporal algun signo de que me permitiera reconocerlo, pero por muy cerca de descubrirlo que me sintiera, sentia al mismo tiempo una barrera que me impedia recordarlo.

Tenía mis ojos cerrados. Sintiendo la densidad del humo, y los ligeros rayos de baja luz. Un segundo después: tenía los ojos cerrados con la diferencia que sentía la fría madera sobre mi cara acompañado de intenso dolor en la misma.

- QUE SABES DE MI MADRE!!!

Emmarissa había reaccionado como acostumbraba a ese tema.

- Lo siento, lo siento mucho no era mi intención.

Me soltó y pensé

<<Tengo suerte de estar en un sitio publico.>>

Por su parte Antígono tampoco mostraba características de estar entendiendo la situación. En vez de llegar a algún sitio, mis acciones y palabras sólo aumentaban el grosor y largo del laberinto en que estábamos inmersos. ¿Qué podía hacer? Realmente nada, bien esta dicho que hay que combatir fuego con fuego.

<<O en este caso. Magia con magia>>

Pero yo no poseía los poderes para devolverles la memoria. Dudaba también que un golpe contundente funcionara. Davale vueltas al asunto mientras me recuperaba del dolor craneal producido por Emmarissa, cuando Antígono se desespero completamente, y cabe resaltar que mi humor tampoco se dirigía a un buen estado.

-Responde, rapido. ¿Quien demonios eres? ¿De donde te conocemos? Y por la corriente vital, ¿Porque me sigues llamando Romeo?-

¿Qué otra cosa podía hacer que no fuese responderle las preguntas mientras esperaba un milagro? Milagro que de ante mano sabía, no sucedería. Pero aún así. Volví a tomar mi compustura, tratando de mantener la cordura y con aires de gran señor o gran dama, recite:

-Me presento. Leonard Majesty Medici, especialista en espionaje. Nuestro primer encuentro fue en el Bosque de Macalania, de aquel evento, sólo el haberos conocido es lo único grato. Y Por que te sienta bien el nombre. En fin. Sé que todo esto sonará raro. Pero... Bueno. Aquí voy:

Tome bastante aire antes de comenzar con el cuento:

-En el bosque de Macalania, Emmarissa me salvo de... De mí mismo, vaya. Luego nos atacaron más arañas. Llegó Antígono. Vencimos. Apareció el de "Mirada Demoniaca". Era muy fuerte. Les borro la memoria y nos saco del bosque. Pensé que no les vería de nuevo. ¡Pero aquí están! ¿Me explique?

Era claro que no. Más con la velocidad en la que hable. Temía que empezaran a pensar que yo era un adivino borracho y sólo les estaba molestando. Había que ver cual sería su reacción. Y el milagro sucedió para ganarme enteramente su confianza.

<<Eso espero>>

Mi cerebro había analizado por fin la situación y esta vez tenía algo coherente que decir.

-¡No bromeo! Si no me creen. Dime Antígono... ¿Cómo te hiciste esa herida en el brazo? ¿Lo recuerdas?

-Me presento. Leonard Majesty Medici, especialista en espionaje. Nuestro primer encuentro fue en el Bosque de Macalania, de aquel evento, sólo el haberos conocido es lo único grato. Y Por que te sienta bien el nombre. En fin. Sé que todo esto sonará raro. Pero... Bueno. Aquí voy:

-En el bosque de Macalania, Emmarissa me salvo de... De mí mismo, vaya. Luego nos atacaron más arañas. Llegó Antígono. Vencimos. Apareció el de "Mirada Demoniaca". Era muy fuerte. Les borro la memoria y nos saco del bosque. Pensé que no les vería de nuevo. ¡Pero aquí están! ¿Me explique?

Lo escuche atentamente, cada palabra, afortunadamente era buena escuchando, incluso cuando hablaba tan rapido, era una historia que parecia sacada de un cuento, o de un juego de rol, al terminar lo mire con incredulidad.

- De verdad pretendes que creamos una historia tan fantastica? Le dije, y de pronto algo vino a mi mente, levante la mano en manera de decir que me dejaran pensar.

- Lo raro es que la historia es tan descabellada que podria ser cierta, Trato de forzar recuerdos reprimidos, trato de recordar lo que el acaba de decir, y consigo solamente imagenes muy borrosas, que podria ser mi imaginacion y un dolor de cabeza, me estoy sosteniendo la cabeza cuando Leonard contnua.

-¡No bromeo! Si no me creen. Dime Antígono... ¿Cómo te hiciste esa herida en el brazo? ¿Lo recuerdas? Eso me despierta de mis pensamientos.

Miro el brazo de antigono, y una imagen pasa por mi mente, ese brazo ensangrentado, vendado con una tela rasgada, la imagen es borrosa, pero no tanto como las anteriores.

- AAAAHH! solte un grito no muy fuerte - Esto me esta provocando dolor de cabeza. Dije mirando a ambos.

Leonard Majesti...Todo lo que decia tenia tan poco sentido que me parecio que decia la verdad. Ademas, era verdad que me habia lastimado el brazo, pero no sabia como. Y no era una herida cualquiera, aunque ya no me molestaba. Pero aun asi....¿Porque alguien borraria nuestra memoria? No tenia sentido, a menos que fuera alguien totalmente desquiciado, o alguien con un gran plan entre manos. Trate de tranquilizarme, ignorando el grito de Emmarissa, y concentre mi mirada en los ojos de Leonard, intentando detectar falsedad en ellos. No encontre rastro de falsedad, pero si habia una gran cantidad de miedo y nerviosismo, acompañadas con duda.

-Supongamos que te creemos. Explicame, ¿porque nos borrarian la memoria? ¿Quien es el de la "Mirada Demoniaca"? Necesitamos saberlo para encontrar una solucion.

- AAAAHH!  Esto me esta provocando dolor de cabeza.

-Supongamos que te creemos. Explicame, ¿porque nos borrarian la memoria? ¿Quien es el de la "Mirada Demoniaca"? Necesitamos saberlo para encontrar una solucion.

Por fin los estaba llevando por un camino. Pero temía que ese camino terminará en una recamara sin salida. Esto me importó más cuando vi la reacción de Emmarissa a mis palabras, sentí una punzada en el pecho: me preocupe. Temía que "El de Mirada Demoníaca" además de borrarles la memoria hubiera colocado algo que les destruyera internamente si tratasen de recordar. Si, lo admito. Temía por ellos, quizá por que temía lo que fuera de mí, pero al final: Era miedo a perder a alguien importante. Sin embargo, aún en esas circunstancias, al final de la vida, los recuerdos son lo único que nos quedan y era injusto que ellos no los tuviesen. Nuevamente comencé a responder las preguntas de Antígono:

-¿Quién es "El de Mirada Demoníaca"? ¿Sabes? Eso es algo que ni si quiera yo me respondo todavía. Sólo sé que es peligroso y disfruta de hacer un infierno en la vida. En cuanto a porque les borró la memoria. Pues, por lo mismo. Ojalá supiera que quiere para dárselo y que me dejase en paz, o más bien, nos dejase. Pero. Parece que eso es lo que quiere. Crear confusión y lamento. Y... Lo ha logrado.

Mis ojos se llenaron de odio.

-Y la solución. Bueno la solución. Si la tuviera no estaríamos metidos en esto. Así es. No tengo el remedio para recuperar los recuerdos. Y ahora les he dejado con esa duda si realmente vivieron algo o no. Les fallé... compañeros.

Dije derrotado. Me había quedado sin argumentos, consideraba que una vez más, él había ganado la batalla. Al percatarme que la situación no tenía una victoria a mi nombre, que una vez más estaba sólo en el mundo, no pude evitar mirar al suelo: una lágrima cayó de mi rostro. Me di la media vuelta y estaba a punto de irme. Entonces ese Nu Mou me detuvo. Apareció de la nada. Era un Sabio de oficio.

-Tú no tienes la solución. Yo si. No he podido evitar oír su conversación. Lo que cuentas es posible. Hay una forma de borrar los recuerdos tempranos de una persona. De la misma forma. Hay una forma de recuperaros. La pregunta es: ¿Es tan dispuestos a lograrlo? El camino no será fácil y puede que al final tengan algo que no quieran recordar

Su voz era la del típico maestro acertijo de un cuento de hadas. En cuanto a su alma, era impenetrable para mis habilidades. Quede atónito por la casualidad del evento. Yo estaba dispuesto y a la vez tenía mis dudas. En primera. ¿Cómo podíamos confiar en él? Aunque no parecía haber más opciones. Iba a respondedle. Pero callé. No eran mis memorias. No podía elegir. Sólo me quedaba esperar tener un golpe de suerte. Y conocía bastante bien mi suerte.

<<Olvídalo Leonard>>

-Olvidelo.

Y camine hacía la puerta.

Segui sosteniendo mi cabeza, aunque solo para aparentar, necesitaba pensar esto, y no me estaba ayudando todo este drama, el tener mis manos en mi cabeza servia como escudo, no me hiban a molestar mientras pensaba.

"Tengo ese sentimiento de que el dice la verdad, pero no hay como probarlo" Pense, que puedo hacer, segui concentrandome en las imagenes borrosas pero no podia ver nada, y me estaba volviendo a doler la cabeza gracias a eso.

-¿Quién es "El de Mirada Demoníaca"? ¿Sabes? Eso es algo que ni si quiera yo me respondo todavía. Sólo sé que es peligroso y disfruta de hacer un infierno en la vida. En cuanto a porque les borró la memoria. Pues, por lo mismo. Ojalá supiera que quiere para dárselo y que me dejase en paz, o más bien, nos dejase. Pero. Parece que eso es lo que quiere. Crear confusión y lamento. Y... Lo ha logrado. Y la solución. Bueno la solución. Si la tuviera no estaríamos metidos en esto. Así es. No tengo el remedio para recuperar los recuerdos. Y ahora les he dejado con esa duda si realmente vivieron algo o no. Les fallé... compañeros.

Justo cuando ya no aguantaba el dolor de cabeza, Leonard comenzo a hablar, esta vez mas traqnuilo al parecer, levante mi cabeza para verlo al hablar, el concentrarme en lo que decia me ayudo a que me bajara el dolor de cabeza.

Al terminar de hablar su rostro cambio y se volteo con la intencion de irse, hiba a detenerlo cuando alguien me gano, Un Nu Mou, lo mire por un momento, es la primera vez que veia uno en persona, pero tuve que dejar mi curiosidad de lado cuando el Nu Mou empezo a hablar.

-Tú no tienes la solución. Yo si. No he podido evitar oír su conversación. Lo que cuentas es posible. Hay una forma de borrar los recuerdos tempranos de una persona. De la misma forma. Hay una forma de recuperaros. La pregunta es: ¿Es tan dispuestos a lograrlo? El camino no será fácil y puede que al final tengan algo que no quieran recordar

Parecia una opcion a considerar, ya a este punto, estaba empezando de verdad a creer en su historia, algo no clazaba en todo esto y eso solo hacia que la historia de Leonard tomase cada vez mas fuerza, pero este al aprecer no quiso la ayuda del Nu Mou.

-Olvidelo. Dijo Leonard y continuo su camino hacia la puerta.

- ALTO! Dije con fuerza, - Yo si quiero saber como, si de verdad he perdido mis recuerdos, los quiero de vuelta.