Una noche...interesante

- ALTO!

Me detuve.

- Yo si quiero saber como, si de verdad he perdido mis recuerdos, los quiero de vuelta.

Me voltee con la misma cara de derrota, quizá peor.

-~No puedo remediar el sufrimiento que ha causado esta separación. Mi vida se ha quedado en un momento de tristeza y desesperación.~

Sonaba en el bar. Alguien había pedido el Karaoke y aquella canción me venía como anillo al dedo. Así que disimulé sonreír mientras clavaba mi pupila en la azul pupila de Emmarissa.

-Nada les puedo decir... ¡Auch!

Canturrié la parte que seguía y antes de bajar nuevamente la mirada nació un dolor punzante en mi cabeza. Aquel Nu Mou me había golpeado con un bastón.

-¡Tú no, pero yo si! ¡Muchachito sordo! ¡Escuchen! Lo he visto en sus ojos.

-¡¿Tú también?!

Mi exclamación fue instantánea seguida por un rostro nada disimulado de asombro. Sólo conocía a dos individuos además de mí, con el poder de ver el alma a través de las ventanas de la misma: los ojos. Uno no existía más y el otro hubiese sido mejor que no tuviese esa habilidad.
El Nu Mou continuo:

-Si, yo también. Ya hablaremos de eso después. Ahora presten atención. Sus recuerdos han sido sellados a través de un maleficio. Se sabe que los maleficios sólo pueden ser removidos por aquel quien los hace.

-Eso no pasará... ¡Ay!

Volví a recibir otro golpe.

-¡Cállate y escucha! Este maleficio no sólo selló sus memorias. Despues de un tiempo las eliminará. El cambio para entonces será irreversible. Piensen en ello, si se borran es como si nunca hubiese pasado y no afectará sus vidas. Pero... Si quieren recuperaros, pues, pueden buscar a aquel que les hizo "el mal" o "el bien". O bien, pueden...

Hizo un silencio mientras nos examinaba de arriba a bajo con la mirada. Su cara se transformó en una ligera mueca sonriente.

-Estoy seco. Mi garganta es un desierto. No serán tan marros como para no convidarme algo refrescante ¿Cierto?

Toda la imagen de sabio que me dio al principio fue reemplazada por la clásica fachada de un anciano borracho. Me dio un tic nervioso en el ojo por la desesperación.

-¡Cállate y escucha! Este maleficio no sólo selló sus memorias. Despues de un tiempo las eliminará. El cambio para entonces será irreversible. Piensen en ello, si se borran es como si nunca hubiese pasado y no afectará sus vidas. Pero... Si quieren recuperaros, pues, pueden buscar a aquel que les hizo "el mal" o "el bien". O bien, pueden...

Me quede meditando por un momento mientras aquel sabio nos pedia por una bebida, pensaba en que podiamos hacer y en que pasaria, despues de unos momentos dandole vuelta al asunto, solte un suspiro y camine hacia Leonard, cuando pase al lado del sabio, meti mi mano en mi bolso y le di un par de guiles para que se comprara algo, cuando me detuve frente a Leonard, lo mire por un momento antes de hablar.

- No se que valla a pasar, y no se cuantos recuerdos perdimos, pero tu nos recuerdas, no? dije y alze mi mano en simbolo de que no necesitaba contestar esa pregunta.

- He pensado un poco en el asunto, y segun dice aquel señor, con el tiempo podemos perder todo vestigio de aquellos recuerdos como sinunca hubiesen sucedido, bueno no se que habia en esos recuerdos pero tu si lo sabes, y te creo, creere todo lo que digas, si tu dices que paso, para mi sera asi, aunque no recuerde nada. me detuve por un momento para mirarlo a directamente a los ojos, para que supiera, para que sintiera que hablaba con total verdad, desde el fondo de mi ser creia en el.

- Creo ahora que hay otra forma de hacer las cosas, Que te parece talvez empezar denuevo?. Deje una paussa por un par de segundos antes de continuar. - Hola Leonard, me llamo Emmarissa, un gusto volver a conocerte. Le dije mientras extendia mi mano hacia el y le brindaba una sonrisa sincera y tranquilizadora.

Mis ojos se cerraban del cansancio emocional que la situación había generado, más a pesar de ser tenues, noté por Emmarissa, los destellos que anunciaban el final de la batalla. Sonríe, una sonrisa como hace mucho no la hacía: Sincera. Estaba feliz y las palabras que poseo no alcanzan para describir mis sensaciones, sentimientos y pensamientos.

-Gracias...

Procedí a estrecharle la mano.

-El gusto es mío Emmarissa.

La solté y dirigí mis dedos al pecho mientras realizaba ciertos ademanes y una reverencia.

-!Leonard Majesty Medici!. Espía profesional.

Guiñé.

-¿Sabes? Es gracioso pensar que esto es tan distinto de aquella vez. Ahora que lo pienso. Es gracioso que yo consideré algo "gracioso". Aunque es más contradictorio que humorístico. Pero...

Y continué lanzando argumentos que se refutaban a sí mismos uno tras otro tratando de hallar un sentido primigenio a mis razones y sentires. En vano. Ignoraba si esto causaba alguna molestia. Comencé un duelo contra mí, cuya paradójica victoria acaparaba mi atención toda. Atención que sólo fue disipada por una reacción física: el dolor. Recibí un golpe en la cabeza. Era el Nu Mou.

-¡Calla que estas gritando!

Es verdad, mi tono de voz se elevó.

-¡Pero eso no te da motivo para causarme traumas craneales!

-¿Y bien? ¿Listos para ir a Montes Yaschas?

-¿Y a qué iríamos allá?

-¡Pues para recuperar sus recuerdos!

-¡Ja! Gracias, pero no gracias. Eso es cosa del pasado. Literalmente.

-Ohh. Entonces sólo iras a resolver tus dudas sobre aquel de cuyas ojos provienen del infierno.

Sus palabras fueron flechas. Flechas que marcaron mi sendero infinito, serpenteante y negro sin regreso. Hacia el infierno, de vuelta me guía una vez más, pero es todo lo que tengo mientras entro y salgo tropezando de la gracia. Con cada paso que doy menos me conozco a mí mismo, rompiendo las promesas. Y aunque he rezado incontables ocasiones por el perdón, los dioses sólo se ríen en mi cara permaneciendo este sendero que me arrastra a los dulces y venenosos brazos de la soledad.

-Es un gran sabio capaz de hablarles con la verdad a cualquier pregunta que tengan. Tomen este mapa. Pero al final... Ustedes deciden: La oscuridad encierra la luz. La única llave es el coraje.

Y se dirigió a la puerta mientras yo quedé en shock mirando el suelo.