Día de practica [CERRADO]

El combate se iba poniendo intenso. La fase de investigacion mutua habia finalizado y al fin la lucha iba en serio. La cosa se ponia interesante y observaba con detenimiento cada movimiento de ambos bangaas.

<<Ambos son muy fuertes, pero solo puede haber un ganador...>> Pienso mientras veo como Yango saca finalmente su cañon.

Con una extraordinaria demostracion de punteria, Yango destruye una enorme roca detras de Damaku, volandola en miles de pedazos que son dirigidos hacia este ultimo. Veo al mismo tiempo como Yango carga una vez mas su cañon, e intuyo cual sera su proximo movimiento...

Yango no iba a dispararme directamente pues estaba muy cerca de él y un tiro así sería tan predecible como el movimiento que realizó ahora por lo que me quedé quieto mientras la roca tras de mí se destruía.

- Je... Ssabía que yo no iba a sser el blanco de tu bala, Yango.

Las rocas caían como cataratas dirigiéndose hacia mi pero yo ya me sabía ese truco por eso, en ese justo momento, dí un salto alto hacia atrás para luego empezar a patear rápidamente cada una de estas rocas en el aire dirigiéndolas a hacia Yango.

- ¡¡¡Graaaaaaaaaaaaaaahhhh!!!

“No perderé, le demosstraré a Yango y a Antígono que no ssoy un simple monje” Pensé mientras las piedras eran disparadas como proyectiles.

Aunque el plan no salio como yo creí, esto me dio la oportunidad perfecta. Podía ver perfectamente la dirección y la precisión de las piedras, aun cuando estuviese herido, podía esquivar todas y cada piedra que me lanzo. Tenía que admitir que su fuerza era extraordinaria, y tanto que las rocas se volvieron nubes de polvo que envolvieron el lugar. Tenía todo a mi favor. La nube de polvo era espesa, pero me sabía el lugar de memoria, puesto que pase mi infancia en este lugar, y ademas, mis gafas no me cortaban visión, pero aun así no me debía confiar. Recordando la pelea con aquel lobo aproveche la nube de polvo a mi favor para empujarle y golpearle en la cara. Tenía la esperanza de aturdirlo, y el momento era crucial. Otra roca gigante detrás de el me hizo entender que no tendría escapatoria.
-Aquí va... El tiro perfecto... - Dije mientras le apuntaba con mi cañón. Sabía que no tendría escapatoria. Si esquivaba tendría el desprendimiento de rocas para atraparle, y si no sería presa de mi cañón. "Las cartas están a mi favor"

La situacion se estaba volviendo peligrosa. Las piedras volaban por el aire cuando Damaku las golpeaba, pero Yango no parecia tener problemas en esquivarlas. Pronto el lugar se lleno de humo y la visivilidad era muy reducida, pero forzando la vista pude ver como Yango cubria la distancia que los separaba a ambos y comenzaba a golpear a su contrincante. Este, por su parte, retrocedia un poco hasta otra gran piedra, y, retrocediendo por los inesperados golpes de un artillero, quedaba sin escapatoria al mismo tiempo que Yango apuntaba su cañon. Un golpe a esa distancia era muy peligroso, y las cosas solo podian empeorar. Pense en ir y detenerlos, pero seguramente ellos lo tomarian como insulto, que es lo que haria yo. A regañadientes, segui observando el desenlace.

El impacto que me infrinjió Yango provocó que cayera hacia atrás y perdiera la vista por unos segundos, no creí que su cañón doliera tanto como arma ofensiva cercana.

- ¡¡AAaahh!! Ngh...

Cuando abrí mis ojos, note que él estaba apuntando hacia otra roca gigante que se ubicaba detrás de mi. "Assí que me vencerás a punta de rocass ¿eh? Puess no ssoy tan débil... " Me dije en mi mente mientras adoptaba una pose defensiva, cubriendome con mis garras y preparándome para recibir un gran impacto. A todo esto, tambien miraba a Antígono quien al parecer tenía una gran sed de lucha por liberar por lo que, si le ganaba a Yango esta batalla, sin duda lucharía luego con él.

Mi plan había salido a la perfección. Aunque no esperaba que el disparo también provocara un desprendimiento. Damaku había quedado sepultado entre los escombros y solo se veía su cabeza. Tenia la oportunidad y el momento para darle un disparo y acabar con el pero...
-No... No golpeare a alguien desarmado - Dije mientras me acercaba. Aun mis piernas estaban entumecidas por el desgarre y por la represalia de mi cañón, me moví hasta el y comenze a quitar los escombros poco a poco. Tanto Antígono como Damaku se veían bastante sorprendidos por mi acción hasta que empece a dar explicaciones.
-A pesar de tener las cartas a mi favor, no golpeare a alguien que no puede defenderse - Eso me vino por el tiempo en que me torturaron cuando me capturaron aquella vez. Jure que nadie volvería a pasar por lo mismo. - Ademas, no podría practicar mi tiro perfecto en objetivos móviles si no te estas moviendo. - Le dije soltando una pequeña risa mientras mas escombros quitaba.
-Por cierto... Eres asombroso. Nadie me ha mantenido tan activo y pensativo en un combate. Bueno... todo lo que me he enfrentado han sido monstruos predecibles... - Dije mientras trataba de mantener el equilibrio en mis temblorosos pies, pero ya con mi experiencia podía aguantar el dolor.
-Bien... ¿Vamos a proseguir? - Le dije levantando mi cañon

Cuando Yango me libero de aquellos escombros yo aún mantenía mi posición defensiva pero me daba mucho coraje, pues aquel bangaa estaba teniendo piedad de mi a pesar de haber presenciado mi fuerza. No me gustaba que me tratara como si fuera un cachorro, eso me incomodó demasiado.

- ¡¡¡Grrr...!!! ¡¡¿Eress idiota o qué?!! ¡¡Sse ssupone que esstamoss en una batalla!! ¡¡No hay que darle ninguna ventaja al enemigo por mass practica que fuera!!

Le grité con muchas fuerzas mirandolo con ira, pero luego me arrepentí al instante porque presencié en su rostro algo de preocupación. "¿Por qué tiene essa mirada? ¿Acasso sserá que esstaba preocupado por mi?" Me pregunté y luego miré al suelo dando un leve suspiro.

- ... Perdona Yango... Ssolo no me gussta que me traten como un cachorro... Y menoss ssi alguien más pressenssia mi potenssial de batalla...

Le dije con mas calma mientras me ajustaba las garras.

Apenas saque a Damaku de los escombros, comenzó a gritarme. No me molesto para nada su comentario. Entendía de mas el orgullo que debe sentir y ademas... suelo ayudar mas que herir a una persona.
-Bueno, pero no esperes que pase una segunda vez - Dije y me prepare para moverme, o eso creí cuando me di cuenta de algo... "Las piernas no me responden.... ¡Las piernas no me responden!" Esto era increíble, no podía moverlas, no importase cuanto esfuerzo pusiera. Parecía todo perdido para mi pero no me voy sin antes dar pelea. Había practicado un movimiento con mi cañón para situaciones como esta así que recargue mi cañón una vez mas con toda la potencia que pude mientras tuve oportunidad, lo puse en mi espalda y apreté el gatillo. El impacto hizo que mis piernas reaccionaran, y también me mando a los aires. Podía aprovechar el movimiento del impacto para lanzar una bala de cañón al aire y darle. No di mi frase característica, no sabría si iba acertar o no, me jugaba mucho con este movimiento y era lo único que se me ocurre. Si fallo y llego a caer, daría la batalla por perdida. "No falles" Me repetía en mi mente mientras apreté el gatillo.

Mi sonrisa se desvanece cuando Damaku empieza a gritarle a Yango. Me ponia triste que la gente se enojara cuando trataban ayudarlos, y me hacia recordar a varias experiencias de mi vida. Sumergido de nuevo en mis recuerdos, no alcanzo a escuchar cuando la conversacion se calma, y cuando me concentro de nuevo veo el combate reanudado.

Pero algo andaba mal. Yango no podia mover sus piernas, y estas sangraban mucho, destrozadas por los zarpazos de Damaku. Este, por otra parte, aun estama semi enterrado en escombros.

<<Sus heridas seran demasiado graves luego de esto...no puedo dejar que sigan lastimandose tan gravemente>> Pienso mientras veo a Yango volar por los aires con su bala de cañon. Ya en el aire, este dispara de nuevo hacia Damaku, y la situacion solo podria empeorar desde alli. Decidi intervenir.

Saque mi espada de su funda con un rapido floreo y di un gran salto dirigo hacia la bala de cañon. Concentre mi mana en la punta de la espada y solte un grito al tiempo que un rayo de luz salia hacia la bomba.
-¡Relanti!- La bala de cañon empieza moverse en camara lenta, y cuando por fin la alcanzo, le doy un rapido y firme corte, partiendola a la mitad y generando una explosion. Aterrizo en el aire y miro a ambos bagaas con un poco de pena en mi mirada, esperando que no se enfaden por mi intromision.

Yango quería demostrar su fuerza esta vez para lo cual yo estaba mas que preparado y emocionado para recibir sus disparos, en especial el que se dirigía hacia a mi. Pero al cabo de unos segundos quedé sorprendido cuando Antígono me protegió de aquella bala aunque también me molestó porque no quería que se entrometiera. "Tal vess dessea unirsse a la batalla" Pensé, por lo que rápidamente desgarré su espalda sin ningún impedimento.

- ¡¡Assí que desssidisste unirtenoss!!

Le dije mientras cada filo cortaba su ropa y raspaba su piel dejando heridas pequeñas pero letales. Al parecer estaba demasiado eufórico por la batalla, quería destrozarlos a ambos sin piedad pero debía controlarme pues debía recordar que esto solo era una practica, debía tener un gran equilibrio espiritual para estos casos.

Cuando creí que iba a ser un tiro perfecto, vi que Antígono se unió a la batalla y paro mi bola de cañón y la destruyo en el aire. Había perdido la oportunidad. Caí tan fuerte que mi alarido de dolor pareció escucharse a una milla de distancia.
Para peor... pareciese que tenía un problema mas grande... "No siento las piernas..."
Muchas cosas se me pasaron por la cabeza en ese momento. Si perdía mis piernas por una simple practica se acabarían todos mis planes. Ambos parecían acercarse y yo estaba temiendo lo peor. Cuando fui a mirar las heridas en mis piernas note que no solo la sangre estaba morada, sino también mis piernas... "¿Como paso esto?" Me decía pensando que era mi fin hasta que de pronto una figura se asomo para ir a mi defensa. Tres lobos y ocho lobeznos se posicionaron en frente mío, gruñendoles a Damaku y a Antígono.
-¿Como? ¡Mushu! - Grite mientras ellos trataban de defenderme.
En ese momento todo se me paso por la cabeza... "¿Acaso perderé mis piernas o quisa...?" quisa mis piernas solo se envenenaron.... Recordé que en mi mochila tenía antídotos pero no podría llegar ahí como estaba ahora...

No podía creerlo, había dañado a Yango y a Antígono casi dejándolos al borde de la muerte. Al parecer, lamentablemente no sabía medir mi fuerza -ni si quiera en una práctica- esto provocó un poco de decepción en mi y luego me acerque a ellos para hablarles con más calma.

-... D-Dissculpenme chicoss... tiendo a sser assí en un combate.

Les dije con algo de culpa dentro de mi pues no quería dañar a nadie de tan brusca manera. Cuando vi la gravedad de sus heridas me di cuenta que no podía dejarlos así por lo que procedí a conjurar mi técnica de recuperación. "Esspero essto ssea útil" Pensé mientras cerraba los ojos y un aura celestina me rodeaba.

- Luz etérea... revitaliza estos cuerpo con la energía de sus propias almas... ¡¡Chakra!!

Al liberar la técnica curativa, Yango y Antígono empezaron a destellar con una luz brillante la cual empezó a oscilar en sus cuerpo curando sus heridas y anomalías casi por completo. La técnica "Chakra" no era como los hechizos derivados de "Cura" pero al menos sanaba todo el metabolismo del cuerpo.

En ese preciso instante comenze a pensar por que mis piernas estaban moradas... "¿Quisa Damaku enveneno sus garras?" o "¿Tal vez derrame veneno en mis pantalones?". Se de sobra que no derrame veneno en mis pantalones. Así que solo se me pasó por la cabeza que Damaku había envenenado sus garras y vi que le había dado también a Antígono. Temía por los lobos que habían saltado a la acción solamente para defenderme. Pero cuando vi a Damaku tan arrepentido usando una de sus habilidades de Monje Blanco para reanimarnos... realmente me hizo cuestionar la segunda opción... "Tal vez no lo hizo a propósito... ¡Vamos Yango, puedes pensar una idea mejor!" cuando casi de golpe la idea vino a mi mente...
-¡Ya se lo que pasó! - Me dije tratando de incorporarme. Los lobos me ayudaron como pudieron. Recordé algo que había pasado antes y ese hecho pudo haber desencadenado ese incidente. Estaba tan concentrado en la respuesta que casi de inmediato note que podía sentir y mover mis piernas, lo que me hizo soltar un suspiro de alivio.

Tras escuchar la disculpa de Damaku me relajo. Bajo mi espada y toco mi espalda con una mueca en mi cara. Eran cortes muy profundos, y se infectarian si no los trataba rapidamente. Lo mismo pasaba con Yango que, aun en el suelo, tenia las piernas hechas un desastre.

- Luz etérea... revitaliza estos cuerpo con la energía de sus propias almas... ¡¡Chakra!! - Oigo conjurar un hechizo a Damaku detras mio y me giro a ver de que hechizo se trataba. Al tiempo que me daba vuelta, una luz brillante empezo a sanar mis heridas, que, con alivio, empezaron a cerrarse.

-Gracias Damaku...No te preocupes por el golpe...- Sonrio levemente y veo que Yango se levanta con ayuda de sus lobos, que habia aparecido para protegerlo.

-¡Ya se lo que pasó! - Lo escucho decir, sin entender a que se referia.

Me alegraba haber despertado de mi trance y también que mi hechizo haya funcionado pues Yango y Antígono se empezaron a levantar poco a poco. En cuestión de segundos oigo decir a Yango que ya supo lo que le había pasado, esto provocó que me entre curiosidad dado que lo único que le había hecho era desgarrar sus piernas las cuales ya estaban curadas. "Pero, ¿Qué le passará? ¿Mi técnica no funcionó del todo con él?" Pensé mientras me le acercaba a él y a sus lobos.

- Um ¿Todo bien Yango?

Le pregunté mirándolo con duda.

Me había quedado todo claro, en el momento que recordé nuestra batalla con los flanes, me entere de algo interesante que me dio todas las respuestas a nuestro problema. Mushu me llevo a un tronco para que pudiese sentarme, ya que aun me tambaleaba.
-¿Recuerdan nuestra batalla con los flanes? - Le dije mientras sacaba una bola de cañón - Pues uno de ellos uso ácido en una de esas bolas de cañón para evaporarla. Las balas no eran concisas y por la poca durabilidad del acero esparció por todo el lugar ese ácido. Pudo haber llegado a mis pantalones, o pudo haber llegado a las Garras de Gato de Damaku. Pero lo seguro es que en un momento dado, el ácido del Flan me dejo "Inmóvil", por lo que no pude moverme. El efecto aumento por la cantidad de pólvora e irónicamente ácido que aun quedaba en mi cañón, eso "Enveneno" mis piernas, por eso no las pude sentir. - Increíble, todo había dado en el clavo. Era era la respuesta mas exacta que había dado.
-Una cosa Damaku, para la próxima... lava esas garras. No quiero volver a perder mis piernas. - Dije mirando mis piernas que poco a poco fueron regenerándose.

Me alegraba en parte saber que el ácido era aquel que inmovilizó a Yango en ese instante y no mi gran fuerza, esto me demostró que si puedo medirla en ciertos casos. Al ver mis garras estan estaban en muy buen, al parecer habían resistido el ácido y eso me alivio por lo que liberé una gran sonrisa. Luego de ello Antígono nos hizo una propuesta de tomar algo los tres a lo que no podía negarme, estaba cansado por la batalla a pesar de que haya sido corta.

- Me paresse bien Antígono pero, ¿A qué te refieress con que "no podrass entretenerte mucho luego de essto"?

Supongo que Antígono era un guerrero que le gustaba la acción por lo que presencié asi que no me sorprendía que tuviera "cosas que hacer", pero sinceramente tenía curiosidad de saber sus pasatiempos.

La explicación tan bien detallada hizo que me mirasen con símbolos de admiración. Pero eso ya es para cualquier artillero. Tienes que tener la cabeza fría para poder pensar en una estrategia, en especial si estas solo. Cuando Antígono nos propuso ir a beber, yo dije.
-¡Claro! ¿Por que no? - Dije mientras comenze a recordar que en ciudad oasis vendían bebidas de todo tipo. - Hay un lugar bastante cerca de aquí que vende bebidas, muy buenas, por cierto - Dije mientras recordaba la taberna "Noche en Luto". Tenía malos recuerdos de ese lugar, ya que veía que la persona que se hacía llamar mi padre, venia todos los días a embriagarse en ese lugar. Vine ahí cuando cumplí mi mayoría de edad y se convirtió en uno de mis lugares predilectos para beber.
-El lugar está en ciudad oasis. No queda a mas de veinte minutos por lo que podíamos hablar por el camino antes de llegar a la ciudad. - Les dije con un aire de satisfacción. He pasado bastante tiempo solo y me da gusto poder hablar con alguien... y ha pasado bastante de que no veo a alguien de mi raza... quiero ver como han cambiado las cosas.

Asiento con una sonrisa ante la idea de Yango. La verdad nunca habia estado en ciudad oasis, pero si el decia que era un buen lugar para beber le creeria. Me tenso un poco cuando escucho la pregunta de Damaku y miro al suelo durante un rato antes de responder.

-Yo...tengo que seguir mi viaje...Aun falta mucho para completar mi sueño- Doy una sonrisa forzada y levanto la cabeza, mirando a ambos bangaas. -B-bueno, yo no se donde queda ciudad oasis, asi que guienme por favor.- Digo esperando que comiencen a caminar.

Yango tampoco declinó la oferta y hasta propuso ir a la ciudad oasis, aquella ciudad que era reconocida por sus famosas tabernas. A pesar de que yo no era un fanático del licor me emocioné porque allí también preparaban los mejores jugos de fruta de todo Dalmasca. Cuando volteé mi mirada a Antígono para saber cual era su respuesta a mi pregunta anterior, él me dio una sonrisa leve pero fingida, lo podía sentir. Pues su forma de contestarme, a pesar de que tenía un sueño, una meta que cumplir, no fue muy alegre que digamos. "Esspero yo no haya dicho nada malo..." Pensé en ese momento. Quería animarlo pero tampoco quería meterme en su vida privada por lo que dejé el tema atrás.

- Um de acuerdo, esspero no encontrarnoss con otros Flaness en el camino jejeje

Fueron las palabras que salieron de mi boca para desviar el tema un poco.

Antígono tenía sueños, pero yo no tengo eso... yo tengo metas, metas que voy a cumplir. No quise decir nada por que podía meter la pata con los dos y eso era algo que no quería ahora. Escuche el comentario de Damaku y conteste:
-¡Ha! Yo estaría mas preocupado por los molboles. Esas cosas rondan acá. Los flanes solo se ven raras veces. - Dije mientras me ponía de pie. Al tratar de irnos, Mushu nos seguia con su jauría. Sabía que no podía entrar en ciudad oasis así que le hable:
-Mushu... no puedes venir. Si te ven en la ciudad seguro te dan caza - Le dije mientras Mushu me miraba con las orejas hacía atrás. Realmente me sentía avergonzado.
-Mira Mushu, cuando volvamos te comprare toda la carne que puedas comer. ¿De acuerdo? - A lo que Mushu empezó a saltar de alegría. La verdad es que Mushu siempre me hace eso cuando quiere mas comida. Me agache para tomar una vara del suelo para alejarla
-Bien, ahora lárgate de aquí - Le dije mientras arroje esa misma vara lejos para que la persiguieran los lobos. Proseguí a ir adelante para guiarles a ambos hasta ciudad oasis, quisa saque un poco de conversación por el camino.